Thomas Lobel, que ahora se llama Tammy, está en un tratamiento de bloqueo de hormonas en Berkeley, California para cambiar su identidad sexual.
A los ocho años Thomas manifestó su intención de cambiar de sexo y sus madres lesbianas, que lo adoptaron a los dos años, lo acompañaron en esta decisión y a pesar de las críticas de su amigos y familares, dicen que no obligaron a su hijo a convertirse en una niña.
Tammy tenía un defecto en el habla y según explica el diario Daily Mail, las madres, Paulina Moreno y Lobel Debra, manifestaron que "cambiarse el sexo fue su deseo desde que tuvo capacidad de hacerse entender".
La pareja se casó en 1990 por un rabino, de acuerdo a la página de Facebook de Pauline, y tienen dos hijos mayores y nietos.
A diferencia de sus hermanos mayores a Thomas le gustaba leer libros de cómic como Wonder Woman y jugar con muñecas. Evita las gorras de béisbol, y prefiere los accesorios de diamantes de imitación en el cabello.
A los siete años, después de amenazar con mutilarse sus genitales, terapeutas y psiquiatras diagnosticaron a Tammy con trastorno de identidad sexual.
Un año más tarde, a los padres les permitió iniciar la primera etapa de su transición para convertirse en mujer, al permitirle elegir su propia ropa y usar sostenes.
“Tan pronto como lo dejamos se puso un vestido, su personalidad cambió de un niño muy triste que se quedaba quieto, a una niña muy feliz que estaba encantado de estar viva”, dijo Pauline su madre.