La Iglesia Católica, en algunas cosas, se adapta a los tiempos modernos. El Monseñor Gianfranco Girotti, director del penitenciario apostólico, organismo que supervisa la confesión y las indulgencias plenarias de la Iglesia, elaboró una nueva lista de pecados capitales, más acorde con la época.
En una entrevista titulada "Nuevas Formas de Pecado Social", realizada por L'Osservatore Romano , el periódico del Vaticano, Girotti evaluó que no solamente se ofende a Dios al robar, blasfemar, o desear la mujer del prójimo.
El monseñor consideró que son pecados el daño del medio ambiente, los experimentos científicos dudosos y la manipulación genética, acumular riquezas en exceso, consumir o traficar drogas, además de ocasionar pobreza, injusticia y desigualdad social.
De esta manera, serían pecadores la mayoría de los científicos, una gran parte de la juventud, al igual que los multimillonarios que ostentan riquezas incalculables.