La Iglesia aseguró hoy que la etapa que se inicia en los diferentes niveles de gobierno constituye "un tiempo privilegiado para el diálogo y la generación de espacios de encuentro", y exhortó a consensuar políticas de Estado para eliminar el flagelo de la exclusión social en el país.
La Comisión Nacional Justicia y Paz, cuyo titular es el laico Eduardo Serantes, alentó a los ciudadanos, organizaciones intermedias y gobernantes a "estimular una mayor participación en todos aquellos asuntos que implican la creación de condiciones favorables que permiten a las personas alcanzar su plena realización, construyendo una Nación que incluya a todos".
"Como argentinos, nos encontramos frente a un tiempo privilegiado para el diálogo y la generación de espacios de encuentro es que hoy la Comisión quiere contribuir, buscando motivar a la participación", subrayó en un comunicado el organismo dependiente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, que preside monseñor Jorge Casaretto.
Tras asegurar que desde la Iglesia se "continuará buscando caminos que nos lleven a encontrarnos como argentinos", enumeró un conjunto de condiciones para hacer "más efectivo del diálogo", a fin de que se pueda pasar "de habitantes a ciudadanos".
Particularmente instó a generar el contexto adecuado que posibilite consensuar políticas sociales en las áreas de "Educación", "Salud", "Justicia y Seguridad ciudadana", "Política Social", "Reforma política y del Estado", "Medio ambiente", "Organización económica e integración regional y mundial", "Trabajo/empleo decente", "Tierra, Infraestructura y hábitat" y "Libertad y responsabilidad ciudadana".
También alentó a hacerlo "particularmente en aquellas que permitan avanzar hacia la eliminación del flagelo de la exclusión social en nuestro país".
La Comisión propuso "aceptar el valor social del diálogo como forma concreta para construir juntos una patria de hermanos en la búsqueda de la verdad, la libertad y la paz en la solidaridad", e intensificar y defender "la democracia representativa y participativa como el único camino hacia el afianzamiento de nuestra nación y a la participación civil y ciudadana como la mejor forma de aportar a esa democracia".
Asimismo, convocó a " renunciar a cualquier tipo de violencia moral, intelectual o física para la solución de los conflictos sociales que se identifiquen, y a "incrementar los caminos de encuentro, colaboración y participación entre las organizaciones de la sociedad civil, las estructuras políticas y las legislativas".
Tras recordar que el diálogo requiere "un clima de honestidad, respeto, transparencia y confianza mutua", pidió "buscar particularmente las coincidencias más que la acentuación de diferencias o la defensa de las prioridades sectoriales o corporativas". El organismo episcopal sostuvo que es necesario "acentuar el respeto por la dignidad de la persona humana y la búsqueda del bien común como fundamento básico de la autoridad en que se inspira la acción de los gobiernos nacional, provincial y municipal".
Reiteró que urge "orientar los mayores esfuerzos de manera sistemática hacia la búsqueda de la erradicación de la exclusión social en el país".
Fuente: DyN