En una decisión inédita para la provincia de Santa Fe, un juzgado de la ciudad de Rosario dio lugar al reclamo de una familia que exigía que un chico de 20 años, que sufre una gravísima enfermedad, no sea reanimado con métodos cruentos en caso de sufrir un paro cardiorrespiratorio.
El joven sufre de encefalopatía progresiva y no puede moverse ni hablar. Sus padres reclamaban una autorización para que, ante la eventualidad de un paro, los médicos solamente le realicen maniobras de resucitación manuales.
La sentencia del juzgado civil número 9 promete generar un intenso debate en la provincia de Santa Fe. En el fondo, lo que se discute es si los médicos, la familia o el propio enfermo tienen derecho a decidir sobre la continuidad de la vida del paciente.
En la Argentina, la eutanasia está prohibida, con excepción de los casos que cuentan con autorización judicial. La iglesia católica, sin embargo, se opone en todos los casos.
Sin embargo, Bélgica y Holanda, entre otros país, permiten la eutanasia asistida y voluntaria, que consiste en que un médico produzca la muerte del paciente que la consintió. En el estado de Oregon, en Estados Unidos, se permite incluso el suicidio asistido.