El juez federal de San Nicolás Carlos Villafuerte Ruzo ordenó reabrir la investigación de la
muerte de Carlos Menem junior, ocurrida el 15 de marzo de 1995 cuando cayó el helicóptero en el que
viajaba,
para determinar si se trató de un accidente o de un asesinato a través de un
atentado.
El magistrado
hizo lugar a un pedido de la madre de Carlitos, Zulema Yoma, y ordenó una serie de
medidas para determinar si el hijo del ex presidente Carlos Menem fue víctima de un crimen, informó
hoy el abogado de la ex primera dama, Juan Labaké.
El juez dispuso que se determine si hay informes sobre la comparación entre el sonido de
disparos y los de los cables eléctricos sobre los que golpeó el helicóptero antes de caer a tierra.
También dispuso que el FBI realice un estudio comparativo de las fotos que hay en la causa
sobre el hecho y el video de un canal de Ramallo que filmó el helicóptero luego de su caída, con el
objetivo de "determinar -con precisión- los detalles de la superficie del aparato siniestrado".
"Ambas medidas probatorias constituyen la base central de nuestro pedido de reabrir la causa, por
lo que nos congratulamos por el paso dado que, consideramos, abre el camino para llegar a la verdad
y hace justicia con la lucha prolongada y sin desmayos de Zulema Yoma, la madre de Carlos Menem,
cuya intuición, al parecer, no falló", sostuvo Labaké en comunicación a la prensa.
La muerte de Carlos Menem hijo ocurrió el 15 de marzo de 1995, durante la segunda
presidencia de su padre, cuando el helicóptero que piloteaba cayó en Puerto Esther, partido de
Ramallo, en el norte de la provincia de Buenos Aires. En el hecho también falleció el piloto de
autos Silvia Oltra, que viajaba como acompañante de Carlitos.
La causa fue archivada el 16 de octubre de 1998 por Villafuerte Ruzo, al considerar que se
trató de un accidente, pues la nave se estrelló luego de golpear con cables de alta tensión. Pero
Zulema Yoma siempre sospechó que se trató de un atentado y acusó a funcionarios del
Gobierno de su ex marido, por lo que pidió la reapertura de la causa. Su abogado presentó
en el juzgado pericias que, según esa parte, indicarían que los agujeros que hay en el helicóptero
poseen una composición química de plomo y antimonio en la misma proporción que las balas.
El magistrado hizo lugar al pedido de reapertura de la causa y ordenó las dos medidas de
prueba que el abogado Labaké había reclamado. Una de ellas es que el Instituto Balseiro de
Bariloche realice un estudio de curva de desarrollo para determinar similitudes o diferencias entre
el sonido de un arma de fuego y el de un cable eléctrico metálico, de similares características al
del hecho, al momento de cortarse con el impacto de un helicóptero.
También dispuso que el FBI compare las fotos del hecho que tiene la Junta de Investigaciones
de Accidentes de Aviación Civil de la Fuerza Aérea con las imágenes que registró el Canal 4 de
Ramallo. El objetivo de esa medida es "determinar -con precisión- los detalles de la superficie del
aparato siniestrado, cuyos alcances y características se dirimirán oportunamente", se indicó.