La aventura alimentó el espíritu de los príncipes que dejaron deslizar sus emblemáticas presencias sobre frondosos bosques de coihues, plagados, además, de otras autóctonas y aves exóticas. Máxima Zorreguieta (38) y su marido, Guillermo Alejandro de Orange-Nassau (42), continúan disfrutando de unas intensas vacaciones en Villa La Angostura, y uno de los días decidieron variar su rutina y, literalmente, "arrojarse" a vivir una experiencia hasta entonces inédita para ellos.
En las cercanías del lago Correntoso, los representantes de la nobleza holandesa practicaron "canopy" o "tirolesa", una nueva actividad deportiva muy desarrollada en la selva tropical y bosques canadienses. Consiste en transportarse con arneses por cables de acero, entre estructuras de madera construidas en lo más alto de las copas de los árboles.
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