Cada vez que algún famoso "se va de gira", como le gusta decir al ambiente del espectáculo, la "Mary" aparece primera en la puerta del cementerio, cualquiera que sea, para despedirlo. Tan es así, que ha dejado de lado su apodo y todos la conocen hoy como la "Señora de los velorios".
Ayer estuvo en el cementerio de La Tablada para despedir los restos de Jorge Guinzburg. Era una más en la multitud autoconvocada, aunque para ella, estar ahí era parte de su rutina. En marzo de 2004, fue al cementerio cuando enterraron a Juan Castro; en noviembre de ese año, también pasó a decirle adiós al canoso Adolfo Castelo y el año pasado, se la vio en primer plano cuando bajaban el ataúd del periodista Mario Mazzone.
¿Quién es esta mujer? Apelando a la literatura, podemos decir que la "Mary" es una llorona, la encarnación de los personajes que Cortázar imaginó en su cuento "Conducta en los velorios", ese en el que un grupo de mujeres asistía a entierros y lloraba más (y mejor) que nadie.
Lejos de la ficción, la esencia de la "señora de los velorios" es principalmente mediática. Ella es una más de la amplia fauna televisiva que copa la pantalla chica. Una famosa anónima, a quien en realidad pocos conocen, pero cuya cara le resulta familiar a cualquiera.
Antes de ser la "Señora de los velorios", la "Mary" sólo iba a los programas de televisión, se sentaba en las tribunas o saltaba al set, como cuando festejó junto a Marcelo Tinelli el programa número mil de Videomatch. Luego, descubrió la emoción del "vivo" y para ella no hubo vuelta atrás: encontró en la muerte de celebridades sus 15 minutos fama.
Como el fallecimiento de una persona es por definición impredecible, la "Señora de los velorios" tiene algunos eventos programados fuera de su circuito mortuorio: es una fija en los cumpleaños de "Sandro", en las entregas de premios y en cuanto acto y movilización política haya. Su figura se hizo tan conocida que incluso fue invitada al programa "Duro de Domar", donde Roberto Pettinato la entrevistó.
Conocida internacionalmente. Su fama trasciende las fronteras de nuestro país y llega hasta Estados Unidos. El periodista Leandro Zanoni, autor de eBlog , quedó sorprendido al encontrar, durante un viaje por Manhattan, la imagen de la señora que siempre está en los cementerios en un monumento norteamericano.
Allí, una foto la "Mujer de los velorios", en la que aparece enviando sus condolencias a través de una pancarta, ilustra el Museo de las Torres Gemelas, que homenajea a las tres mil víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Bajo la leyenda "El 9/11cambió el mundo", está el rostro de esta llorona global del Siglo XXI, la "Mary", mejor conocida como la "Señora de los velorios". Una cara conocida tanto en el cementerio de la Chacarita, como en Nueva York.