En la jornada del lunes, prestaron declaración las dos empleadas domésticas, llamadas Mónica y María, que trabajaban en la casa de Fernando Farré, quien apuñaló a su exesposa Claudia Shaefer. Según el letrado de las mucamas, era “moneda corriente” que el empresario sea violento con su exmujer.
"Han declarado todo lo que han visto y vivido durante todos estos años, principalmente Mónica respecto de todas las situaciones abyectas que le toco vivir en esta familia. Todas las violencias que puede imaginarse: verbal, física, psicológica, hostigamiento constante", detalló Claudio Katis, letrado de ambas.
"Había un contexto de violencia generalizada, con los hijos y con las chicas también. Con todas las que prestaban servicio", agregó.
El funcionario judicial detalló también: “Desde el comienzo la relación fue violenta. Mónica trabajó más de ocho años. Protagonizaron hechos de maltrato, de violencia constantemente, era moneda corriente", y añadió que las dos mujeres "Quedaron conmocionadas con la noticia. Estamos buscando asistencia psicológica porque María pasó tres días sin dormir ni comer".