“Un tropezón no es caída, pero si en una misma vereda te encontrás con tres o cuatro pozos juntos, las chances de caer crecen mucho”. La frase es de Gerardo Rodríguez, un vecino de Flores que a diario transita a pie el cruce de Avellaneda y Fray Cayetano Rodríguez, cuya acera y calzada permanecen en obra desde hace meses. El problema de las aperturas en la vía pública es aún peor de lo que muchos vecinos creen: por obras programadas o de emergencia, las empresas de servicios –y sus tercerizadas– rompen alrededor de 5 mil metros cuadrados por día (el equivalente a una cancha de fútbol) y, en promedio, arreglan en tiempo y forma sólo un 54% de la superficie que afectan.
Antes de comenzar cualquier trabajo, las empresas deben dar aviso al Gobierno porteño. Y lo hacen a través del sistema SAP, que es una plataforma abierta puesta en marcha en 2009. Una vez completado este paso, quedan “habilitadas” para trabajar en el destino indicado y el Gobierno porteño a ejercer los controles correspondientes. Durante el trimestre mayo-julio de este año, por ejemplo, entre las empresas Aysa, Metrogas, Edenor y Edesur gestionaron en total 29.391 permisos y afectaron nada menos que 410.936 m2, entre veredas y calles.
La relación entre los avisos de obra y la superficie afectada es muy dispar entre las distintas empresas. Aysa, por ejemplo, es la firma que más permisos gestionó en esos tres meses (algo más de 10 mil), pero la que menos superficie dañó por cada trabajo (en promedio, sólo 1 m2). Edenor, en tanto, figura tercera en cantidad de solicitudes (cerca de 3.600), y es la que mayor superficie afectó por apertura (24 m2 ).
El dato preocupante, sin embargo, tiene que ver con el incumplimiento a la hora de cerrar las intervenciones. La Dirección General de Fiscalización en la Vía Pública, tiene setenta inspectores que visitan los puntos informados por las empresas a los 15 y a los 45 días de iniciados los trabajos. En ese primer control, la empresa Edenor resultó la que había reparado menos cantidad de superficie intervenida (30%). Le siguen Edesur (45,2%), Aysa (69%) y Metrogas (69,4%). Edenor ostenta también el mayor porcentaje entre baldosas y asfalto que permanece sin arreglar después de 45 días de obra (39,9%). Edesur (26,3%), Aysa (6,5%) y Metrogas (4,3%).
“Tratamos siempre de terminar los trabajos en 15 días. En el último mes las lluvias nos impidieron cumplir esos plazos”, explicaron a PERFIL fuentes de Edenor. Desde la empresa agregaron que están llevando a cabo unas 200 obras por 2 mil millones de pesos. Alejandra Martínez vocera de Edesur, que cubre el 75% de la Ciudad, explicó que “la magnitud de algunas intervenciones no permite que se arregle una vereda en 15 días, cuando todavía no se terminó ese trabajo”. Martínez reconoció que están realizando muchas obras y agregó que el plan “va a durar tres años”. “En Flores y Caballito, por ejemplo, tenemos más de cien trabajos”, detalló. Edesur comenzará a fin de año la construcción de una moderna subestación en la zona de Once.
La Legislatura porteña aprobó el jueves una ley que endurece las multas a las empresas que no cumplan con los plazos de cierre de trabajos. El proyecto prevé sanciones de entre 2 mil y 150 mil unidades fijas (cada unidad fija equivale a $ 5,30) y la inhabilitación para realizar obras luego de cinco incumplimientos. En ese caso, faculta al GCBA a cobrar por anticipado el costo del cierre descontándolo del pago de la factura, ya sea de Edenor, Edesur, Aysa o Metrogas.
“Las empresas van, rompen, resuelven el problema y luego se van, total, la denuncia del vecino por la vereda rota recae en el Gobierno. Con esta ley no sólo buscamos terminar con eso sino que pretendemos que entiendan la importancia de cuidar el espacio público”, se quejó el legislador Agustín Forchieri (PRO), autor de la ley.