SOCIEDAD

Llegaron Camila Speziale y Pérez Orsi

Estuvieron dos meses detenidos en Rusia. Definieron su experiencia como "muy difícil".

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Los activistas de Greenpeace Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi regresaron hoy al país tras permanecer más de dos meses detenidos en Rusia por participar de una protesta contra la planta de Gazprom en el mar Artico y fueron recibidos por familiares, amigos y ambientalistas.

Los integrantes de la agrupación ecologista llegaron al aeropuerto internacional de Ezeiza pasadas las 9, en un vuelo procedente de París, luego de viajar desde San Petersburgo y definieron su experiencia como "muy difícil". La estudiante Speziale y el padre de familia marplatense fueron detenidos por intentar subirse a una plataforma petrolera cuando el barco de Greenpeace se encontraba en la zona económica exclusiva rusa y recuperaron la libertad por la amnistía impulsada por el presidente Vladimir Putin al cumplirse el 20 aniversario de la Constitución de la Federación Rusa.

Tras conseguir la libertad, los ambientalistas regresaron a la Argentina en un vuelo de Air France, y fueron recibidos por familiares, amigos y activistas de Greenpeace con remeras verdes y blancas. Entre abrazos y lágrimas, Pérez Orsi expresó, en declaraciones a la prensa, que "esta experiencia" reafirmaba "sus valores" pero reconoció que "fueron momento muy difíciles" los que les tocó atravesar durante estos meses de detención."Uno pasa angustia, miedo, incertidumbre. Nos utilizaron de chivo expiatorio", indicó el activista y agregó que "uno saca fortaleza frente a esta situación con el amor de la gente, los amigos y la familia". Además, reconoció que "la embajada argentina estuvo todo el tiempo hasta el último día" con ellos y puntualizó que "inclusive el cónsul argentino" los "ayudó en el aeropuerto con los trámites del viaje".

Por su parte, Speziale coincidió con su compañero en definir esta experiencia como "difícil" e indicó que "esto no tendría que haber pasado" porque consideró que su arresto por ingresar al mar ruso "fue una injusticia". En este sentido, explicó que lo único que querían los activistas de Greenpeace era "proteger el planeta" y afirmó que "el gobierno ruso nos debe una disculpa a todos por la acción que realizaron". "Voy a seguir luchando por mis ideales. Lo peor que nos pasa es el daño psicológico que nos realizaron. El aislamiento es lo peor que le pueden hacer a una persona", enfatizó Speziale.