El programa, que duró poco más de hora y media, abrió con un informe de la situación en España y cómo la reflejan los medios. "Es más fácil entender lo que está pasando entrando al portal del diario español La Vanguardia que viendo este informe", comentó Sarlo.
Luego, la intelectual criticó: "La idea de que las élites nos engañan es una idea que deberíamos examinar. Lo que está sentado alrededor de esta mesa es una élite." Sarlo procedió a elogiar los medios de los países primermundistas contra las críticas de Gabriel Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Comunicación Audiovisual (ex COMFER).
"Es más cómodo decir que desde el centro del mundo los medios cubren mal, que dicen 'Evo Morales es considerado un simio' y no sé qué cosa. Esto va a salir seguro como atribuyéndomelo a mí en un próximo programa de 678", comentó Sarlo, con lo que criticó con dureza los recortes parciales de declaraciones que a veces aparecen en los informes.
Otro punto conflictivo fue cuando la pensadora dijo: "A este informe le faltan muchas cosas, este informe es un picadillo de lo peor de los medios. ¿Por qué hacerle creer a la gente que lo que está pasando en España lo están transmitiendo así. En los tres diarios argentinos que yo leo, que son: Clarín... sin permiso de Magnetto, te juro que lo compro". A lo que Mariotto replicó: "¿Las editoriales de Magnetto le dan letra a usted o usted le da letra a las editoriales de Magnetto? Porque tal vez es al revés". la ensayista se indignó: "A mí no me da letra nadie, no seas insolente. Nadie le da letra a nadie en este caso".
Sarlo criticó también la forma parcial en que se elaboran los informes. "Si a vos te recortan lo que dijiste y lo repiten tres veces, ¿cómo queda Sandra Russo?", le preguntó a la panelista, quien respondió: "Me preocuparía menos que digan que dije 'sarasa sarasa' y no que soy una mercenaria que vengo acá por las 90 lucas que me pagan, que es lo que publicaron todos los grandes medios". Rápida de reflejos, la invitada redobló la apuesta: "A mí ni me hables, yo traje mi talonario de facturas para mostrarlo a quien quiera".
Después de una larga argumentación teórica del filósofo oficialista Ricardo Forster, Sarlo comentó: "Barragán, ¿usted dijo que tenía mi libro? Présteselo (a Forster) que está todo escrito en mi libro. Oscar Wilde decía que en la mesa no había que hablar de dos cosas: de los propios hijos y los propios libros. Yo me callo, el libro está".
Sólo lograron incomodarla cuando Nora Ripodas citó una entrevista en la la invitada que aseguraba que sólo leía La Nación y Página/12, pero no Clarín. "Ahora usted dice que lee Clarín", acusó. "Yo dije que si leo los dos, se abarca todo el arco ideológico, no que no lea Clarín", respondió Sarlo.
El momento más tenso, no obstante, fue un intercambio con Orlando Barone, que la acusó de cómplice del Grupo Clarín por colaborar con Radio Mitre. La ensayista lo cortó en seco: "Conmigo no, Barone", le dijo. "Vos trabajaste en Extra y en La Nación", sentenció ella. Al momento, la frase causó sensación en las redes sociales.
