Luego de tres horas de incidentes, efectivos de la Gendarmería y la Policía Federal desalojaron a los últimos manifestantes que protestaban en las inmediaciones del Congreso Nacional, en contra de la reforma previsional que impulsa el Gobierno. Sin embargo, algunas calles permanecían cortadas por la desconcentración.
A los efectivos de la Gendarmería se sumaron policías federales en moto, que recorrieron la zonas aledañas al Parlamento disparando balas de goma y gas lacrimógeno a los manifestantes.
No obstante, grupos de manifestantes continuaban en las calles aledañas, en algunos casos incendiando contenedores de basura.
Dentro del Congreso, la sesión especial convocada por el oficialismo para tratar la reforma previsional fue levantada, en medio de críticas de la oposición, que denunció que no había quórum.
Las protestas empezaron desde primera hora, cuando manifestantes cortaron la avenida Corrientes y Callao en el barrio porteño de Balvanera. Al mediodía gremios y organizaciones interrumpieron el tránsito en inmediaciones del Parlamento.
Desde las 11, se produjo una fuerte concentración de distintos gremios y movimientos sociales en avenida Callao, entre Tucumán y Viamonte. Una hora más tarde se produjo otra en la intersección de Avenida de Mayo y San José. La movilización confluyó en el Congreso desde las 13. A las 14 arrancó el debate en el recinto por la reformas tributaria y previsional, que finalizó con el levantamiento de la sesión en medio de un escándalo dos horas después.