Imagínese atascado con el auto en medio de un embotellamiento 30 minutos antes de que salga el avión que lo lleva a un destino impostergable. ¿Qué hace? Tal vez con sólo un llamado consiga que en 10 minutos lo pase a buscar un helicóptero para llegar a tiempo al aeropuerto.
La situación se parece a una escena de ficción al mejor estilo James Bond, pero puede hacerse realidad para los socios de Quintessentially, una empresa internacional (con oficina en la Argentina) que se dedica, precisamente, a saciar los deseos y resolver las necesidades urgentes de sus miembros, sin importar el día, ni la hora, ni lo insólito del pedido.
Quintessentially nació en Londres en 2000 y desembarcó en la Argentina a principios de este año. Más de 200 personas ya se asociaron en el país, con perfiles de lo más diversos: el más joven de los miembros tiene 28 años y el más grande 80, la mayoría pertenece al mundo de los negocios, pero también hay actores, músicos, deportistas y empresarios, según informó a Perfil.com Katharine Pottinger, una de las directoras del grupo en la Argentina. En el mundo, celebrities como Gwyneth Paltrow y Madonna son socias de la empresa.
¿En qué consiste el servicio? Quintessentially es “ la puerta de acceso a lo inaccesible; cuenta con una red mundial capaz de ofrecer los mejores beneficios, descuentos y el acceso a los productos y servicios más exclusivos”, destacan desde la compañía, que tiene 46 oficinas en todo el mundo y que satisface los deseos de los millonarios en cualquier país.
Precisamente, el precio ronda entre 1.500 y 45.000 dólares por año, según el tipo de membresía que contrata el socio. En efecto, hay tres tipos de servicios: “General Concierge Service”, para socios que requieren poco sus servicios, “Dedicated Account Manager Service” (con un valor de 5.000 dólares anuales), en el que el socio dispone de un asistente personal dentro de la empresa; o “Elite Membership”, en el que los socios disponen de un asistente personal en cada oficina del mundo. “Este último es el más usado por familias reales o por gente que viaja mucho. Además, es gente que quiere saber qué sucede en todo el mundo, reciben constante información de las novedades de cada país. Así, por ejemplo, se enteran por nosotros que hay un evento importante en Tailandia y no quieren perdérselo”, explica Pottinger.
¿Los pedidos más insólitos? El del helicóptero en medio del embotellamiento es uno de ellos. “Sucedió en la autopista de Sao Paulo, Brasil. Pidió un helicóptero para llegar, pero como no tenía dónde aterrizar y el socio tenía un problema de rodilla para subir por las escaleras, les enviamos motos que los fueron a buscar, una para las maletas”, cuenta Pottinger. Además, muchos de los miembros buscan satisfacer deseos de sus hijos: así, los hijos de uno cumplieron su sueño de salir a la cancha de Independiente de la mano de los jugadores, al tiempo que otros pudieron participar del backtage de la serie infantil “Casi Angeles”.
Los socios también pueden conseguir mesa en un restaurante exclusivo que ya no dispone de lugar, asistir a los eventos más glamorosos de cualquier lugar del mundo y hasta pedir por teléfono que, al bajar del avión, lo estén esperando un auto de alquiler y un kit completo para ir directo a pescar.
(*) redactora de Perfil.com