SOCIEDAD
una tendencia que crece en el pais

Los equipos de fútbol mixtos buscan romper con los prejuicios y ‘modernizar’ el deporte

Ahora varones y mujeres se enfrentan en las canchas. Hay torneos y páginas de Facebook que invitan a quienes quieran sumarse a esta reversión del clásico picado entre amigos. Cuánto influye la diferencia física.

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La diferencia suma. Los equipos listos para salir a la cancha y compartir un buen momento. | Cedoc Perfil
“Fui porque faltaba alguien más para completar el equipo y me quedé”, cuenta Natalia Zonis, una gestora cultural de treinta años. “Al principio me lastimaba jugando, era distinto al fútbol femenino que venía practicando, pero no porque los varones manejen más intensidad o más fuerza, como muchos se imaginan, el fútbol mixto es otro juego”. Natalia y su equipo, llamado Fútbol Anti Patriarcado, se juntan todos los martes por la noche en una cancha de Palermo. Varones y mujeres juegan un partido y después comparten el “tercer tiempo”.

Este equipo no es una excepción, forman parte del fenómeno del fútbol mixto, una tendencia que crece y apuesta a dar un paso más allá del que alcanzaron las mujeres jugando a la pelota.

“Al principio jugaba al fútbol femenino con amigas y aprendí un montón. Siempre amé este deporte, soy hincha de Rosario Central desde chiquita. Mis viejos son cero fútbol, ni los mundiales se veían en mi casa, pero yo me enamoré. Después encontré otras maneras de amarlo: Galeano, Apo, Fontanarrosa y Analía Fernández Fuks, que escribe y coordina grupos de escritura y fútbol”, cuenta Zonis. “Para mí es como una gran metáfora de la vida, es un tremendo ejercicio deportivo y cultural. No negamos que exista diferencia en nuestros cuerpos, pero la propuesta es construir desde ahí, desde lo distinto, y cuidarnos. En general los hombres no quieren jugar mixto, dicen que ellos juegan fuerte y no quieren bajar la intensidad porque hay minas jugando, enseguida les contesto con algún chiste como ‘Epa ¿Sos hulk? ¿O Superman?’”, agrega.

Las chicas cuentan que arman los equipos con amigos, aunque también hay varios grupos y páginas de Facebook entre los que reclutan participantes cuando falta alguno para armar partido.

Romina Auerhan (36) es una “pionera” que practica este deporte hace doce años. Al igual que Natalia empezó jugando fútbol femenino, pero una vez de casualidad en un cumpleaños se sumó a un partido mixto y asegura que prefiere este formato: “Cuando yo era chica los varones entrenaban fútbol, y para las chicas no existía esa opción. Muchos años después empezó a ser más común. Por lo tanto entre la gente de mi edad los varones tienden a manejarse con más fluidez y más naturalidad, y las mujeres pueden ser más toscas, más torpes, más imprecisas. Pero también hay chicas que la rompen y chicos que le tienen miedo a la pelota”.

Qué dicen ellos. Juan Agosto, periodista de 28 años, tiene varios grupos de fútbol, uno con amigos varones y otro mixto, lo que le permite comparar con conocimiento de causa ambas experiencias: “En el mixto ponemos algunas reglas para que sea más participativo, por ejemplo en equipos de cinco juegan sólo dos varones. Juego con dos grupos distintos de fútbol mixto, en uno, donde las chicas recién arrancan a jugar, los goles de los varones no valen. En el otro, integro un equipo con chicas que vienen jugando torneo. También a veces invito a amigos que no jugaron nunca y se hacen los cancheros, y a veces pierden alguna pelota y los gasto”.

A pesar de ser un defensor de esta práctica reconoce que “cuesta un poco el tema del contacto, de la fuerza, y la manera en la que jugás. Las mujeres pueden jugar tan bien como los hombres, pero en general la diferencia física es insoslayable”. Y en tren de comparaciones advierte que entre varones hay mucha más competencia: “Está claro que el de sólo varones es mucho más competitivo y se juega siempre a cara de perro. Por más que sea con amigos, solamente me importa ganar, y si pierdo no me divierto. En los mixtos, aunque admito que tampoco me gusta perder, no importa tanto, es para divertirse”, cuenta Juan, quien invitó a Dalma Maradona a sumarse a un mixto con ellos, y asegura que la hija del Diez le prometió que participaría.

Santiago Manzatti, músico y productor de 34 años, entrenó y jugó en varios clubes, soñaba con vivir del fútbol, hasta que se encontró con la música. Asegura que el fútbol es un deporte y como cualquier deporte lo importante no es el sexo, sino el juego. “Para mí no tiene nada distinto a jugar entre varones. La diferencia se la damos en la forma que nos relacionamos nosotros, en el modo en que miramos el deporte. Creo que jugar partidos mixtos nos ayuda a entendernos y a luchar contra la desigualdad de género. Ojalá que algunos machistas vayan a una cancha, vean hombres y mujeres jugando juntos y les despierte algo que los haga pensar”.