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Los familiares “incómodos” que el príncipe Harry no quiere invitar a su boda

El príncipe no confía en Sarah Ferguson y los Markle se pelean entre ellos. Es el 19 de mayo.

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Los familiares “incómodos” que el príncipe Harry no quiere invitar a su casamiento | AFP

Los casamientos suelen ser un dolor de cabeza para quienes quieren iniciar el camino del matrimonio. Y eso ocurre en cualquier familia, te apellides Pérez o Windsor. Esto lo sabe bien el príncipe Harry, quien está organizando la “boda del año” con su novia, la actriz afroamericana Meghan Markle.

El príncipe, o mejor dicho sus secretarios, están dando los últimos retoques a la lista de 800 invitados que asistirán el próximo 19 de mayo a la boda, que se celebrará en la histórica capilla real de San Jorge, en la ciudad de Windsor. A ella asistirán, por supuesto, la reina Isabel y el príncipe Felipe (abuelos de Harry), Guillermo y Kate y otros “royals”.

Pero hay alguien que no figura en la lista. Se trata de Sarah Ferguson, la exesposa y actual pareja del príncipe Andrés, tío de Harry. La pelirroja apodada “Fergie”, la duquesa más escandalosa de los años ‘90, mantuvo una excelente relación con su amiga y cuñada Diana, madre de Harry, pero por otro lado, una pésima relación con su suegra y especialmente con su suegro, Felipe.

Actualmente, aunque divorciados, Sarah y Andrés viven juntos como un matrimonio, pero Sarah no es miembro oficial de la familia real, no tiene un salario estatal, ni título de Alteza. Tampoco tiene el cariño de la familia real británica, pese a que formó parte de ella durante una década. El último gesto de esta relación tiene que ver con su no invitación a la boda de Harry con Meghan.

La indiscreta tía Fergie

Según informó la prensa británica estos días, Harry decidió no invitar a su tía “porque no confía en ella para que respete la privacidad” sobre lo que suceda en la boda y la fiesta. Según el diario The Mirror, un amigo de la pareja confesó: “Harry y Meghan han estado cerca de Eugenie y Jack, lo que aumentó las esperanzas de Fergie de obtener una invitación. Pero Harry no confía en Fergie para mantener la boca cerrada”.

Algunos creen que, siempre necesitada de dinero, Ferguson aprovechará la boda para dar entrevistas exclusivas y contar los pormenores de la boda real. De hecho, hace unos años un periódico inglés la escrachó pidiendo un soborno de 45.000 euros a cambio de garantizar acceso directo al príncipe Andrés.  Pero hay más familiares “incómodos” con los que tiene que lidiar la organización de la boda.

Los Markle aprovechan la fama

El medio hermano de Meghan, Tom Markle, quiere que ella no invite a sus propios hijos a su casamiento en Windsor. Markle dice que Thomas y Tyler -de 26 y 25 años, respectivamente- no tienen que viajar a Inglaterra y ser invitados al casamiento porque tienen relación con Meghan. Tom va más allá, y acusa a sus hijos de intentar sacar provecho del apellido Markle.

“No deberían recibir ninguna invitación para la boda”, dijo Tom sobre sus dos hijos y su exesposa, Tracy. “Ella y yo dejamos de vivir como marido y mujer a los tres meses de matrimonio porque la relación fue un desastre”, confesó a la prensa. “Ella nunca quiso el nombre de Markle cuando nos casamos y ahora de repente actúa como si ella todavía fuera parte de la familia. No quiero que ella esté con nosotros y los chicos deberían estar de acuerdo con eso. Ellos tampoco deberían estar en la boda”.

Ambos muchachos siempre se apellidaron Dooleys desde que eran niños”, explicó Tom Markle. “Me cansé de convertir mi apellido en un problema con Tracy y finalmente ella se salió con la suya. Son Dooleys”. Tom Markle, de 51 años, es medio hermano de Meghan, y asistirá al casamiento junto a su novia, Darlene Blount.