Cientos de personas celebraron ayer por la noche la fiesta de San Patricio en pubs del barrio porteño de Retiro, en medio de un gran operativo de seguridad organizado por el gobierno porteño y la Policía Federal.
Como es tradicional, miles de litros de cerveza fueron servidas en honor al santo patrono de Irlanda, y no hubo incidentes, como sucedió en otras ediciones de la fiesta, colmada este año por numerosos extranjeros.
La calle Reconquista, entre Rojas y avenida Córdoba, se vio desbordada por bebedores de cerveza, que colmaron los 44 pubs existentes en la zona y las calles del Bajo.
La zona estuvo vallada desde la tarde, lo que impidió el tránsito vehicular, y custodiada por un centenar de policías e inspectores del gobierno porteño.
En el ya clásico bar The Killkenny tuvieron lleno total toda la noche. "No hubo ningún problema y nos sorprendió lo limpia que estaban las calles. Estuvo más tranquilo que otros años y vinieron muchos extranjeros", afirmaron desde la administración del bar a Perfil.com.
El bar Druid Inn también estuvo colmado y no notaron ningún tipo de incidentes. "Tal vez porque las calles estaban llenas de policías fue todo muy tranquilo. A nosotros nos visitaron muchos ingleses con ganas de tomar cerveza y pasarla bien", señaló una de las administradoras del bar.
También participó personal de la fiscalía capitalina 6, y del SAME, informó oficialmente la administración de Mauricio Macri, que instaló cinco baños químicos en la zona.
Una asociación que nuclea a numerosos bares y comercios de esa zona de Retiro afirmó que, además del expendio de bebidas, se desarrollaron actividades artísticas y musicales.
Asimismo se esperaba que durante la madrugada los inspectores del gobierno iniciaran un control de alcoholemia, en la salidas periféricas de Retiro, para comprobar que no hubiera conductores de vehículos alcoholizados. San Patricio nació en Escocia a principios del siglo V, y poco después fue llevado por piratas a Irlanda, donde fue vendido como esclavo. Años más tarde logró escapar y llegar a Italia, donde se ordenó sacerdote.
Nombrado obispo de Irlanda, San Patricio retornó a la "isla verde" para crear comunidades cristianas, levantar iglesias, bautizar y ordenar religiosos, y vivió en extrema pobreza hasta su muerte, ocurrida el 17 de marzo de 461. Se cree que la tradición de beber en exceso en su día nació en Nueva York, ciudad que entre los siglos XVIII y XX recibió a miles de inmigrantes irlandeses, acostumbrados a consumir enormes cantidades de whisky y cerveza.
Cada 17 de marzo, los participantes de los festejos visten además alguna prenda de color verde, para recordar el trébol que utilizaba San Patricio para representar a la Santísima Trinidad.