¿Cambio de rumbo? Gabriela Michetti se queda en la ciudad. “Todavía no se cuándo se lo voy a decir (a Mauricio)”, dijo Gabriela Michetti a una persona de su confianza durante una conversación informal que terminó con esa novedad. Ella tiene pensado bajarse de la competencia política bonaerense y quedarse en la Ciudad. Es decir, un dolor de cabeza para lo que se llama “el círculo áulico” del PRO. A pesar de los embates que puertas adentro tuvo con sus pares del partido, sabe que en una campaña ella cotiza y, sin un candidato potable –o siquiera uno para poner a prueba–, el PRO se queda, por ahora, sin un referente para intentar avanzar en un territorio que le es ajeno. Si Macri en un momento la castigó con esa frialdad que aplica a quienes coquetean con otros candidatos, como ella hizo con Ricardo Alfonsín hace un año, desarmado de figura alguna para competir en la Provincia en 2013, esa gelidez seguramente pasará al olvido. Dicen que, por otro lado, la diputada habría mantenido una reunión con Francisco de Narváez para saber si era cierta la posibilidad de que él respalde financieramente la eventual candidatura de Graciela Ocaña en la Ciudad, espacio donde la ex funcionaria de Salud del kirchnerismo, podría sumar votos de los que no ven en el PRO una opción confiable. Y esto es algo que Michetti parece tener muy en cuenta porque ante candidatos oficialistas se sabe con margen ganador, pero con “conversos” la batalla es más pareja.
Clase turista. El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, había pasado inadvertido en la fila de la clase económica para embarcar hacia Washington, hasta que una de las empleadas de la aerolínea lo llamó para avisarle que podía subir al avión, sin tener que pasar por la larga formación de pasajeros, gracias al trato vip hacia funcionarios. Sin embargo, Casal agradeció y continuó en la fila, lo que generó sorpresa entre quienes siguieron la escena. En Ezeiza, el ministro, que viajó para exponer sobre el programa de seguridad ciudadana de la Provincia con el BID, se cruzó con varios famosos que viajaban ese mismo día a ver a Maravilla Martínez vía Miami. Pero Casal prefirió mantenerse alejado del box, que no figura entre sus aficiones; la única vez que presenció una pelea fue cuando llevó a una cárcel a Roña Castro: le impresionó el ruido del impacto de los golpes sobre el cuerpo.
Inversión que cotiza. El rumor de que Eduardo Elsztain haría una fuerte inversión de hasta 100 millones de dólares en la empresa israelí Gandem Investments sonó tan fuerte que obligó a la firma a interrumpir la cotización de sus acciones. No era para menos: Gandem es la empresa a través de la cual el magnate Nochi Dankner encabeza el directorio del holding IDB, el más importante de Israel. Pero según comentaron cerca de Elsztain, aunque la noticia ganó espacio en el periódico Haaretz, por ahora, sólo hubo conversaciones. El presidente de IRSA –el gigante inmobiliario que controla, entre otras empresas, el Banco Hipotecario– estuvo días atrás en ese país con un grupo de inversores latinoamericanos interesados en esa plaza, pero la eventual operación aún se encuentra en etapa de estudio.
Mondo bizarro. Para sorpresa de unas 4 mil personas, María José Lubertino protagonizó el momento más punk de su vida y el menos rockero de la noche. La legisladora porteña del bloque kirchnerista estuvo en el escenario de la banda de punk-rock alemana Die Toten Hosen, que el sábado último reventó el microestadio Malvinas Argentinas con un concierto de casi tres horas. El grupo germano celebraba los 20 años de su primera visita al país y por pedido de un grupo de fanáticos, Lubertino promovió un proyecto para que fueran declarados visitantes ilustres de la Ciudad. Ella apareció sobre las tablas en uno de los bises para entregar el reconocimiento, y fue sorprendida por Campino, el hiperquinético cantante de los Hosen, quien la agarró del cuello y la besó en la boca con pasión. La dama soportó la ocurrencia del vocalista, e incluso tuvo tiempo de tomar el micrófono y lanzar “Hey-Ho-Let’s go”, grito de guerra de Los Ramones.
Y si no entienden... Reconocido analista y “encuestólogo” comentó que los empresarios que lo consultan no entienden cuando él les explica que la marcha de las cacerolas del jueves 13 no marcó “un antes y un después” en la Argentina. Y agregó que esa misma sensación la tuvo cuando esos mismos clientes no entendían por qué Cristina logró un 54 por ciento en las elecciones.
Arquitecta egipcia. Parece que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner sigue tratando de demostrar que en una vida pasada fue “un gran arquitecto egipcio”, como dijo hace algunas semanas por cadena nacional. Quizá por eso encargó una restauración de una serie de claraboyas que iluminan algunos patios internos de la Casa Rosada. La obra se sumará a las numerosas refacciones que la mandataria ha dispuesto desde 2003 en Balcarce 50 y, como es de esperar, no será gratis: el nuevo capítulo del “amor por construir” de la jefa de Estado costará en este caso más de 2,6 millones de pesos.
Homenaje a Puccini. Interesante fue la versión para concierto de la famosa ópera de Giacomo Puccini Madame Butterfly, que disfrutaron quienes se acercaron hasta el Palacio Alvear. La residencia del embajador de Italia sirvió como escenario para la sesión musical organizada por la Fundación Teatro Colón y por Alejandro Cordero. Con el maestro Marcelo Ayub al piano, cantaron la soprano Cintia Velázquez, la mezzosoprano Florencia Machado, el tenor Fermín Prieto y el barítono Cristian Maldonado. Pero la revelación de la noche fue el pequeño Francisco Laplacette, que interpretó al hijo de la protagonista de la obra. Además del dueño de casa, Guido La Tella, y su mujer, Christine, estaban el embajador de Francia, Jean Pierre Asvazadourian, y su par de España, Román Oyarzún. Se vio también a Francisco de Narváez junto a su mujer, a Antonio Estrany y Gendre, María Taquini de Blaquier, Hugo Becacecce, Luis Ovsejevich y Gino Bogani, que comentaba con Mirtha Legrand que está preparando todo el vestuario de La Cenerentola, la ópera de Rossini que se estrena pasado mañana en el Teatro Colón.
Pasión por la interna. El Gobierno pretende normalizar antes de fin de año el Partido Justicialista bonaerense, hoy formalmente en manos de Hugo Moyano. La idea es unificar sus elecciones con las del partido a nivel nacional en marzo de 2013. Pero la tirante relación entre el kirchnerismo y el sciolismo hace que no puedan nombrar a un titular sin que se dé una discusión ríspida, ya que el gobierno de Scioli hoy pretende que esté en manos de la ministra de Gobierno, Cristina Alvarez Rodríguez, y los K y La Cámpora buscan otro conductor. Sin embargo, en el kirchnerismo se aliviaron esta semana cuando se reunieron para evaluar el sucesor y vieron que quien lidera el grupo sciolista en el partido es el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, a quien califican como “el más tibio” del gobierno provincial, y que “no se animará a dar batalla ante la orden de CFK” de imponer otro líder.
Cara de tramposo. Es una de las caras del ala dura del sindicalismo. Fue protagonista de los diez días de paro en los subtes. Pero Néstor Segovia no sólo es un hombre corpulento de larga melena y gesto adusto; también es un admirador de la música nacional. En especial, el líder de los metrodelegados se preocupó por los problemas de salud que aquejan a Cacho Castaña. Por eso, en el tono de espera de su teléfono celular aparecen canciones de Cacho, acaso para entretener a aquellos que lo llaman para una asamblea o porque hay algún inconveniente con la empresa Metrovías. “Cara de tramposo y ojos de atorrante” es parte de la canción que más suena.
Kirchnerismo charrúa. Expande sus fronteras el kirchnerismo en el gremio de prensa. Un corresponsal extranjero de reconocido corazón kirchnerista organizó días atrás una despedida junto a otros “periodistas militantes” porque a partir del mes próximo retorna a su país a ocupar un cargo gerencial en el medio de prensa para el que trabaja. En el brindis de rigor se comprometió a seguir “defendiendo el relato” y “exportando kirchnerismo” en su nuevo destino.
Y en el lejano oeste... En la sesión del último jueves del Concejo Deliberante de San Miguel –que algunos ya califican “Delirante” por algunos de sus proyectos: uno de los más recordados fue la consagración del Día del Tejo–, los bloques oficialistas del FPV y el bloque comandado por Aldo Rico votaron un reconocimiento y apoyo al intendente vecino Jesús Cariglino, feroz crítico del Gobierno nacional y de conducta patotera, como lo retrataron varios noticieros hace unas dos semanas. No conformes con contrariar las políticas de Balcarce 50, también votaron un reconocimiento para que el asesinato de Juan Ignacio Rucci sea declarado, tal como piden los peronistas opositores, de lesa humanidad. Al parecer, ni los propios ediles del intendente Joaquín de la Torre siguen sus lineamientos, ya que días atrás declamaba el apoyo a las políticas de la Presidenta. Pero la sesión no terminó ahí: uno de los pocos concejales de la oposición se refirió a un tema urticante para la “comuna” del oeste: una nueva rezonificación que beneficia al Club de Golf, el country que la familia Macri tiene en San Miguel. Y lo que menos se esperaba era la repuesta, que obtuvo: “Estás envidioso porque no podés vivir ahí”. Algunos de los presentes no podían salir de su asombro; el que respondía era uno de los principales concejales del bloque de De la Torre, que, según dicen, es flamante vecino del Golf.
Brindis diplomáticos. Un doblete diplomático ocupó también la agenda de tenidas de la semana. La primera cita fue el tradicional festejo de la Independencia de México en los jardines de la Embajada, en la calle Arcos al 1600. Francisco del Río y su esposa Elena Calero confirmaron sus dotes de anfitriones en un encuentro en el que no faltaron ni platos ni bebidas aztecas. Antes de la llegada del frío a la irregular primavera porteña, los margaritas tuvieron buena aceptación en la celebración. Se vio al jefe de gabinete de Cancillería, Antonio Trombetta; a la senadora kirchnerista María Laura Leguizamón; a diputados opositores como Julián Obiglio y Ricardo Gil Lavedra, y a los macristas Fulvio Pompeo y Pablo Garzonio, entre otros. Algunos de ellos repitieron asistencia dos días después en el cóctel por el 55º aniversario de la Independencia de Malasia. En este caso, la recepción fue en el primer piso del Hotel Sofitel, donde el embajador Zulkifli Bin Yaacob logró convocar a muchos colegas y a referentes de la política como Hermes Binner, que intercambiaron opiniones con el embajador de Uruguay, Guillermo Pomi Barriola.
Sudestada 2.0 Sergio Massa les encontró una nueva utilidad a las redes sociales. Esta vez, usó Twitter para avisar a los tigrenses sobre el paso de la sudestada por el distrito. Por esta vía comandó el operativo ante el alerta climatológico, recibió consultas de sus vecinos y de paso respondió sus inquietudes.
