SOCIEDAD

Los muertos de La Plata no descansan; vuelven a habilitar al juez Arias

El magistrado sospecha que las víctimas son más que las 52 oficiales. La escalofriante situación del cementerio. Galería de fotos

El tráfico de huesos es la madeja que enreda a los estudiantes de medicina, los sepultureros y las funerarias.
| Cedoc

Después de un mes de la catástrofe que devastó a La Plata, la cantidad de víctimas fatales sigue siendo un misterio. Vecinos y especialistas dudan de la cantidad de muertes que sostiene el gobierno. Hoy, el juez Luis Arias, que había sido apartado de dos causas en la que se investiga la cantidad de muertos del temporal, quedó nuevamente habilitado para intervenir en esos expedientes y repitió que "son más victimas que las declaradas".

"Nosotros dimos a conocer cinco en tan sólo cuatro días de tener la causa", con lo que la cifra, al menos, sería de 57", señaló el magistrado y agregó: "Teníamos bajo sospechas muchas otras que no se llegaron a comprobar porque faltó prueba, pero sí, existen más víctimas que las declaradas", aseguró esta mañana en declaraciones a Radio del Plata.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Así mismo, esta mañana el diario La Nación publicó una investigación en la que señala que habría al menos 90 muertes más que estarían vinculadas directa o indirectamente con la trágica tormenta.

El cementerio. Las trágicas historias de aquel día siguen saliendo a la luz. Tal es el caso del Cementerio de La Plata, que sufrió la inundación al igual que el setenta por ciento de la ciudad bonaerense.

Uno de los empleados del cementerio, quien pidió que se reservara su identidad, dialogó con Perfil.com sobre la escalofriante situación con la que se encontraron los trabajadores del lugar cuando quisieron abrirlo, al día siguiente al temporal. "Apenas comenzó la tormenta, se cerró y recién se abrió al público el jueves, porque antes no se podía entrar, ni tampoco había empleados suficientes para limpiar". 

Según contó el testimonio, "se inundó tanto que se rompieron las tumbas y los cajones salieron a la deriva". Incluso "se vieron huesos flotando", aseguró.

Algunos nichos y bóvedas también resultaron dañados por la corriente del agua. Según pudo constatar Perfil.com, los daños todavía son visibles un mes después de la catástrofe.

(*) Especial para Perfil.com