Las redes son formas de interacción social, definida como un intercambio dinámico entre personas. Casi un millón de argentinos se mantienen conectados vía Twitter, donde no existe límite para decir lo que cada uno asegura “pensar”. Personalidades de la política y del espectáculo lo utilizan como una herramienta más para polemizar.
Un semiólogo y psiquiatra, una socióloga y una psicóloga analizaron para PERFIL el uso de las redes y lo que en ellas se dice y por qué. “A la mayoría le resulta costoso emocionalmente trasmitir en persona un mensaje que puede contrariar al otro.
Decírselo a una pantalla termina siendo más simple. Esta forma de ‘decir’ las cosas se inició con el uso del anonimato con los apodos o nick en los chat. No existía exposición, pero luego con, las redes sociales, la libertad de postear lo que se le ocurriera al usuario no tuvo freno, por más que se supiera su identidad”, explica el semiólogo y psiquiatra Hugo Marietan. Y agrega que “la vorágine de la comunicación impide contar con tiempo para la reflexión antes de emitir un texto. Eso facilita que lo emocional intervenga y que se contamine con lo racional. Las expresiones agresivas surgen sin filtro y sin medir los límites”.