Aunque parezca increíble, todo ese material hoy se encuentra amontonado en pilas en el suelo, y en los mejores casos dentro improvisadas cajas de plástico, en un sector del cuarto piso del teatro. Los empleados del Colón explican que cuando el Master Plan decidió comenzar a trabajar en esas áreas, no les fue otorgado ningún espacio donde ubicarse. “ Ni bien empezaron a trabajar en el teatro me acerqué a preguntar por el plan de obra, quería saber cuándo iban a trasladar a mi sector, y adónde. No pude saberlo. Hasta que un día me avisaron que me tenía que ir, y yo sola tuve que buscarme un rincón libre”, explica Diana Fasoli, jefa de la biblioteca del Colón.
Fasoli comenta que de un día para otro se encontró con obreros trabajando sobre una de las paredes, tratando de romper una cañería, mientras parte de los libros estaban tirados en el piso, expuestos al polvillo y al agua. “ Con una compañera trasladamos todo nosotras hasta el cuarto piso. Por suerte el contratista dejó que algunos de sus obreros nos ayudaran. Hoy estamos trabajando en condiciones deplorables. Todo se hace a pulmón y como se puede, no como se debe”, agrega esta mujer que hace 32 años trabaja en el teatro.
El director de orquesta Oscar Castro, miembro de la Comisión de Defensa del Teatro Colón, fue testigo de las condiciones en las que se encuentra este material. “ Las partituras están guardadas casi pegadas a sectores que están inundados, con goteras. El contacto con el agua puede producir un desastre irrecuperable. Esto es sólo una muestra más de la improvisación con la que se están haciendo las cosas. Sé que personal de la legislatura quiso volver a los pocos días para verificar si todo seguía igual. Pero no hubo ninguna explicación. Su única respuesta fue que ya no es posible ingresar a ningún sector del teatro sin permiso”.