Estaba casi anunciado. Esta mañana, Guillermo Luque, condenado a 21 años de prisión el 28 de febrero de 1998 por el homicidio de la joven María Soledad Morales, esperaba que la justicia le concediera la libertad condicional.
En efecto, la jueza catamarqueña Alicia Cabanillas le otorgó la libertad condicional tras cumplir dos tercios de su condena (14 años). Su decisión se basó en el "impecable" comportamiento del presidiario, según los informes del servicio penitenciario, la psicóloga de la institución y la asistente social. El acusado tenía además permitidas las salidas laborales desde 2003.
"Déjenme irme para encontrarme con mis afectos y mi gente querida, por ahora no haré declaraciones", fueron las primeras palabras de Luque al salir del Juzgado de Ejecución de Catamarca junto a su abogado, Oscar Romero.
Sin embargo, Luque agregó luego: "Fui un inocente preso en Catamarca, en la conferencia de prensa voy a hablar, los dejo con mi abogado que les dará la parte técnica", según el diario catamarqueño El Ancasti.
Además, cuando un periodista le preguntó si se comunicaría con la familia de María Soledad Morales, la joven de 16 años asesinada el 9 de septiembre de 1990, el condenado respondió: "¿Por qué?".