Luego de la serie de operativos que encaró el Gobierno y la Justicia porteños contra la venta ilegal en Once, nada ha cambiado. La situación sobre la avenida Pueyrredón, en el tramo que va desde Rivadavia hasta Corrientes, es aún peor que la que se vivía a principios de año, cuando se iniciaron los procedimientos.
Veredas ocupadas con puestos con mercadería trucha, venta de productos alimenticios y muy poca presencia policial son parte de la nueva escenografía de la zona. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) allí hay unos 350 manteros que facturan $ 10 millones al mes. En cambio, para los referentes del lugar, agrupados en Vendedores Independientes, existen en realidad unos 800 vendedores ilegales que facturan a diario sólo unos $ 400 por puesto. “Hay muchos manteros que vinieron de otras partes de la Ciudad. Saben que acá, por ahora, pueden trabajar tranquilos”, aseguraron desde esa organización.
Si bien los operativos habían logrado bajar la venta ilegal en casi el 40%, llamativamente los procedimientos se frenaron. Según fuentes del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, la decisión se tomó por la falta de cooperación de la Policía Federal y la violencia de los manteros al resistir los operativos. “El incendio de la camioneta fue un llamado de atención. Demostró que las mafias estaban dispuestas a todo. La idea es continuar con los procedimientos”, agregó la fuente con relación al episodio del 17 de febrero pasado, cuando los puesteros prendieron fuego un vehículo oficial.
La fiscal de la Cámara Contravencional y Penal porteña Sandra Verónica Guagnino señaló a PERFIL: “Seguimos con las tareas de investigación, ya que no se descarta la posible participación de la Policia Federal en la venta ambulante”.
En el lugar ya se realizaron 19 procedimientos. La Justicia Contravencional y Penal porteña, la Policía Metropolitana y el Ministerio de Ambiente y Espacio Público llevaron a cabo las tareas que incluyeron allanamientos y detenciones de dueños de depósitos y talleres textiles clandestinos.
“Los vecinos comprobamos que después de un mes el Gobierno de la Ciudad dio marcha atrás con el operativo ‘despeje’ que había prometido en Once. Para nosotros, triunfaron las mafias de la venta ilegal”, afirmó resignada Gloria Llopiz Ortiz, de la ONG Buenos Vecinos Once.
En tanto, Máximo Cabañas, referente de los vendedores ambulantes, indicó que como asociación de vendedores acercaron varios proyectos a la Comuna. “Propusimos instalar una Saladita en un galpón del barrio, una feria en Plaza Miserere, o colocar cinco puestos por vereda. Pero nunca nos respondieron”, explicó.
