“Vos merecés morir así”, le dijo antes de rematarla con dos tiros en la cabeza. Carmen Aurora Zorzoli estaba tirada en el piso con un tiro en el tórax. La agresora, de 61 años, había corrido hasta su casa, donde tomó una mochila con ropa, cerró con llave y, con la misma pistola, se encargó de ajusticiar a su víctima.
El crimen ocurrió el jueves pasado a la noche en la localidad bonaerense de Villa Bosch, partido de Tres de Febrero. La acusada, que desde entonces permanece prófuga, tenía problemas con casi todos sus vecinos por el estado de abandono de su domicilio y la cantidad de perros que vivían con ella (tenía al menos 15) y su madre, una anciana de 91 años con Alzheimer y problemas motores.
La mujer, identificada como Liliana Inés Bargas, habitaba una casa ubicada en la calle Darwin, entre La Cautiva y Echeverría. Eran cerca de las 9 de la noche del jueves cuando Carmen encaró a Liliana, harta de los ruidos molestos y el olor nauseabundo que provenía de su vivienda. No era la primera vez que discutían, sólo que en esta oportunidad Liliana escondía una pistola calibre 22.
Los vecinos escucharon las detonaciones. Fueron tres disparos. El primero, que hirió a Carmen, impactó en la zona del tórax. La mujer quedó tirada en el piso, convaleciente. Una pareja que fue testigo del ataque se acercó con la intención de ayudarla. Liliana había escapado. Pero iba a volver.
Mientras los jóvenes pedían una ambulancia, la agresora regresó con la misma furia. Llevaba una mochila. Ya sabía que debía escapar. Sin temblar, volvió a sacar su arma, le apuntó a la cabeza y le dijo: “Vos merecés morir así”. Y le gatilló. Fueron dos tiros en la cabeza que le provocaron la muerte en el acto.
La agresora, que tendría problemas psiquiátricos (ver aparte), desapareció en medio de la noche. Y hasta el cierre de esta edición los investigadores desconocían su paradero.
En la casa de la agresora, y rodeada por todos sus perros, quedó encerrada bajo llave la madre de la presunta homicida. Los bomberos demoraron doce horas en liberarla.
Según fuentes policiales, Liliana tiene al menos treinta denuncias en la comisaría de Villa Bosch. Todas ellas son por delitos de “amenazas” y “abuso de armas”. “Yo ya la había denunciado y nadie nos escuchó”, recordó Nahir, en la calle donde ocurrió el asesinato.