SOCIEDAD
RICARDO ARJONA

Mejor la joven, pero las otras...

El músico le canta a las de 40, pero su novia tiene 20. El rescate de las mayores y las elecciones del artista.

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Ante todo, Ricardo Arjona tiene un estilo seductor, de galán, intimidante. No nos referimos a un cantante frío y aburrido sino que es un conquistador y el marketing que lo envuelve lo propone como un conquistador y un amante fogoso.

Cuando le canta a la mujer de cuarenta como ese tema tan famoso Señora de las cuatro décadas, para empezar propone esa edad en la que algunas temen estar perdiendo el brillo de la juventud o la capacidad de ser deseables en comparación con las jóvenes. Las de cuarenta ya tienen hijas adolescentes, entonces empiezan a aparecer algunas fantasías que pueden remitir a una baja autoestima y que requieren una mirada de seriedad.

Esta mujer no entra en el mundo de hoy, donde cada vez hay que ser más joven para pertenecer. Esta mujer de cuarenta cede ese lugar de privilegio a la generación que sigue y encuentra en las palabras de Arjona un lugar de privilegio. Son rescatadas por él con toda sensualidad y en toda su capacidad de mujer atractiva.

Desde este lugar se crea un vínculo muy particular. El galán seductor le canta a ella, a la que otros quieren olvidar, y frente al temor al olvido la mujer queda fascinada de esa imagen de ella deseada que él propone.

Ahora bien, por empezar un artista, un poeta o un cantante no tiene por qué literalmente vivir aquello que proponen sus actuaciones, su obra. Por otro lado, la elección que se haga de una pareja joven no tiene que ver necesariamente con el descarte de las maduras. Que elija a una joven no es en función de que desprecia a las otras, sino que ha elegido una.

La renuncia que implica todo acto de libertad y toda elección no se garantiza con la que se deja de lado, sino que se efectiviza por la que se elige.

* Médico psiquiatra, psicoanalista