" ¿Qué te parece Reinaldo si concretamos esto?", se declaró ella, con más experiencia en la vida. " Sí Adelfa, concretemos esto", aceptó él, un tanto más novel en las cuestiones del amor. Hoy, en el Registro Civil de la ciudad de Santa Fe se consagraron como marido y mujer.
Ella, tiene 82 años. Él, sólo 24. Pero la diferencia de edad y las opiniones de los demás no son para esta pareja una limitación. Ahora, se van de luna de miel a Río de Janeiro, una de las ciudades más desprejuiciadas del mundo.
Reinaldo Waveqche y Adelfa Volpes, ambos vestidos y peinados elegantemente y ataviados con anteojos de sol, se mostraron rozagantes ante las cámaras, luego de salir del Registro Civil, al que concurrieron a primera hora del día para legalizar su vínculo que existe hace diez años.
Ante la gran cantidad de gente presente, la pareja decidió adelantar una hora el horario del casamiento previsto para las nueve. Cuando salieron, una lluvia de papelitos y arroz los cubrio. Un tierno beso en el cachete selló el amor.
Más tarde, se dirigieron en un automóvil antiguo rumbo a la catedral, donde agradecieron a la Virgen de Luján por el amor que los une.
"Lo nuestro nació en base al respeto y los momentos que compartimos juntos, nunca nos importó la diferencia de edad", dijo Reinaldo.
"Es un día especial, yo fui amiga de su madre y cuando ella murió le dije a Reinaldo que se viniera a vivir conmigo, aquí en el centro de Santa Fe. Era pequeño, sólo un niño, tenía 15 años, pero desde el primer día de convivencia nos complementamos muy bien", dijo Adelfa y agregó que " la relación comenzó a tomar otro color, yo me sinceré con él y le propuse que cambiáramos las cosas".
Waveqche dijo muy feliz que se van de luna de miel a Río de Janeiro, gracias a una invitación especial que recibieron de parte de esa ciudad carioca. "Ella ya conoce, yo no y aceptamos esta gentil propuesta", afirmó.
Al ser preguntado acerca de qué los unía, el joven resaltó "es el amor y nada más, no hay intereses materiales de por medio" y aclaró que "si quisiera algo material de ella, ya lo tendría", al asegurar que la mujer ya le cedió todos sus bienes a través de una donación.
Más adelante, Reinaldo agradeció a los empleados del Registro Civil que los hicieron sentir "muy cómodos y como en nuestra casa" ya que los aplaudieron y arrojaron papelitos al ingresar y cuando abandonaron las oficinas.
El amor es más fuerte. "Parece más una amistad que una historia de amor, pero no es así", indicó el esposo y confesó que siempre le gustaron "las mujeres maduras".
"Estoy muy feliz por ella, quería casarse conmigo y yo también estoy contento. Teníamos todo listo, organizado, para esta ceremonia y ahora nos vamos de viaje", indicó.
"Ella se enamoró, yo me había enamorado también de ella, y bueno, así empezó todo", explicó Reinaldo y resaltó que Adelfa "es soltera y no tiene hijos. No tiene a nadie, el único familiar ahora soy yo", remarcó.
Adelfa es jubilada y Reinaldo no trabaja, pese a que aclaró que se dedica "a cuidarla" y añadió que "lo que digan los demás no me interesa, siempre hablan de ella porque es una mujer muy grande, pero no lo parece".
"Yo la amo y es lo único que tengo en mi vida, en mi mundo y es la persona que elegí", expresó el joven.
La esposa lucía un vestido azul, con brillos, y un tapado de piel claro, que según ella, lo eligió "con una muy buena amiga", mientras que Waveqche estaba de traje oscuro y con anteojos ahumados.
"A las 6 de la mañana comencé a producirme, me puse tacos muy altos. Estoy muy contenta, feliz, todo fue muy bien, que más se puede pedir, es una satisfacción muy grande, poder tener un compañero así. Reinaldo es un ser maravilloso, muy bueno, amable y educado, es todo, yo lo conozco desde que nació, lo vi crecer", indicó la novia.
Adelfa aconsejó a quienes tienen prejuicios de casarse por la edad que "no los deberían tener, si encontraron la felicidad, que la vivan, se da una sola vez y hay que aprovechar. El amor, la felicidad, la vida, no piensen en el que dirán".