El infierno quedó sin compradores. Aun los más excéntricos adquisidores pasaron de invertir en el dominio “hell.com” (infierno.com, en español) luego de que la dirección saliera a la subasta por la friolera de 2,5 millones de dólares.
No hubo explicaciones para el fenómeno, aunque cada uno puede elaborar su propia teoría acerca de los riesgos que puede acarrear en el mundo actual un dominio infernal.
La subasta había sido organizada por el sitio web Moniker, especializado en dominios de internet y que lleva vendidos más de un centenar de nombres en cifras exorbitantes.
Según informó el diario norteamericano The Wall Street Journal, hell.com llegó a tener una oferta de 500 mil dólares, un monto que no llegaba ni por asomo a la base de la subasta.
El precio medio de cada dominio ronda los 50 mil dólares, aunque tratándose de la dirección del propio Infierno, Moniker consideró que bien valía la pena tentar a los compradores con una cifra millonaria.
Lo cierto es que ninguno estuvo dispuesto a desembolsar semejante suma para ser dueños del dominio del infierno.