SOCIEDAD
FASCISMO VIRTUAL

Nazis en el ciberespacio

Internet ofrece ventajas incomparables para el discurso xenófobo: costo, llegada, privacidad y ley ambigua.

default
default | Cedoc
Internet les da a los seguidores de Adolf Hitler una audiencia con la que el propio Führer jamás hubiera podido soñar: centenares de millones de personas que constituyen un auditorio potencial para el discurso del odio.

El uso de Internet como vehículo para la difusión de la ideología nazi, neonazi, xenófoba y antisemita crece día a día en todo el mundo, al amparo de la maravillosa libertad que brinda la Red.

No debe extrañarnos: en su apogeo, el nazismo alemán fue pionero en la utilización de los más modernos medios de comunicación de entonces para la propaganda política (la radio y el cine, además de la gráfica). Y sus herederos ideológicos en el siglo XXI han invadido la Red con su prédica intolerante. Los neonazis argentinos no son la excepción, y se han subido a esta ola.

Internet ofrece ventajas incomparables para el discurso xenófobo: el costo es casi nulo (alcanza con un peso para el cíber), y permite llegar a gente en cualquier punto del planeta y en tiempo real; brinda también el amparo de la privacidad: en tiempos en los que la sociedad democrática repudia el mensaje intolerante, la Red otorga un paraguas protector para dar rienda suelta al odio sin exponerse públicamente. Adicionalmente, Internet es un espacio donde la soberanía es difusa y la aplicación de legislaciones antidiscriminatorias se complica. Por ejemplo, hay países en los que la venta del libro Mi lucha no se encuentra permitida; sin embargo, desde esos mismos países se puede adquirir un ejemplar a través de cualquiera de las grandes librerías virtuales, o bien, descargarlo de la Red directamente.

El problema no es Internet sino el uso que se le da. No se trata de cercenar la libertad ni de imponer censura, sino de alertar acerca de los peligros y las desgracias que conlleva el discurso nazi, sea a través de la Web o a través de otros medios.

* Representante para América Latina del Centro Simon Wiesenthal.