A casi un año y medio desde su inicio, el juicio oral por la tragedia de Once entra mañana en su recta final, cuando declaren los últimos dos testigos.
Se trata de Oscar Hernández, perito contable oficial; y Antonio Mazzaglia, ex gerente general de Corredores Ferroviarios.
Luego, los imputados podrán ampliar sus declaraciones (al momento sólo tres de los 29 totales lo solicitaron), para pasar luego a la instancia de alegatos, que estiman comenzará a mediados de septiembre. Así, antes de fin de año, el Tribunal Oral Federal Nº 2, integrado por los jueces Jorge Alberto Tassara, Jorge Luciano Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Ana D’Alessio, estará en condiciones de dar su veredicto.
Entre los imputados se encuentran el motorman del chapa 16 del Sarmiento, que el 22 de febrero de 2012 impactó contra la estación Once, y dejó 52 muertos y casi 800 heridos. Los ex subsecretarios de Transporte kirchneristas Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi. Y los dueños de TBA, Mario y Claudio Cirigliano, entre otros.
Los delitos que enfrentan son, por un lado, el de estrago culposo, que tiene penas que van de uno a cinco años de prisión. Y, a excepción de Córdoba, por defraudación contra la administración pública, que prevé penas de dos a seis años.
Dos de las querellas apuntan contra el maquinista, mientras que una tercera, que representa a familiares de víctimas, la sentencia debería ser por estrago doloso, porque consideran que ante la falta de mantenimiento de los trenes, y de los controles por parte de los funcionarios, existió un desprecio por la vida de los pasajeros. Así, las penas podrían ser superiores.
“Para nosotros los muertos y heridos tienen que ver directamente con la falta de mantenimiento de los trenes, porque al momento de la colisión, tendrían que haber estado dadas las condiciones para que no se suba un vagón arriba del otro. El tren no respondió adecuadamente y eso generó las muertes”, explica Leonardo Menghini, tío de Lucas, y representante legal de éste.
Falso testimonio. A lo largo de las más de cien audiencias por las que desfilaron más de 200 testigos, hubo cinco que quedaron procesados por falso testimonio. Entre ellos, el perito técnico oficial Néstor Luzuriaga, quien en su declaración presentó incongruencias a la hora de ratificar sus dichos en la pericia sobre el buen funcionamiento de los frenos. En los otros casos, se trató de guardas del Sarmiento y un inspector de la Comisión Nacional de Regulación y Transporte (CNRT).
Acto. Ayer, en tanto, al cumplirse tres años y medio de la tragedia, los familiares de las víctimas volvieron a la estación, donde leyeron un duro comunicado de cara al final del juicio, con fuertes críticas al gobierno nacional. “Veremos irse a la Presidenta que lleva sobre su espalda a los 52 muertos de Once, y que se tomó varios días antes de hablar públicamente de la masacre”, reza el escrito.