SOCIEDAD

Palacio de pescadores

Sobre un morro al que sólo se accede por mar, se encuentra esta maravillosa casa llamada Jumbo Sana. Fotos.

Los muebles de ratán y de bambú, en combinación con almohadones en diferentes tonalidades.
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La visión del morro sobre el mar nos hace pensar en aquella historia de las infinitas maneras que tienen los esquimales para nombrar al color blanco. En su país gélido, en su idioma de nieve, existen muchísimos matices para lo que nosotros vemos como un único color. Aquí sucede algo análogo: es el verde el protagonista de la historia de esta casa, Jambo Sana, en la Praia do Flamengo.

El verde aquí no sólo es un color: es casi una propuesta filosófica que, si se nos permite interpretar lo que se nos cuenta, es una apuesta por dos elementos más abstractos, si se quiere: pureza –un entorno sanísimo, lo que fuera un antiguo pueblo de pescadores– y una espiritualidad que explica en gran parte la decoración del lugar. Si los antiguos pescadores traían lo más valioso del mar, en esta casa, sobre un morro en el que hay sólo cuatro viviendas, y con el mar de fondo, también hay muchos recuerdos, historias que se cuentan en el espacio, como corresponde a la buena arquitectura.