Ocuparon pacíficamente la sede al conocer que funcionarios nacionales no
dialogarían, como se lo habían prometido. Antes, insultaron y tiraron piedras a la
camioneta del jefe comunal marplatense.
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Cedoc
Pasado el mediodía, los trabajadores de la pesca tomaron la sede de la cartera laboral de Mar del Plata, enojados porque ningún funcionario nacional se acercó a dialogar con ellos como le habían prometido. Minutos antes, habían insultado y arrojado piedras a la camioneta en la que se retiraba del sindicato el intendente Daniel Katz, quien había ido personalmente a darles la noticia.
Los incidentes se produjeron en el marco del paro que cumplen desde la medianoche en el puerto para reclamar la regularización laboral de todo el personal. Los trabajadores autoconvocados hicieron una asamblea de delegados donde definieron movilizarse hasta el microcentro marplatense. Allí, ocuparon pacíficamente las instalaciones de la delegación del Ministerio de Trabajo a la espera de una respuesta a sus reclamos.
Esta mañana, Katz asistió a la sede del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP) e informó a los pesqueros autoconvocados que no iría a Mar del Plata ni el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, ni el subsecretario de Pesca, Gerardo Nieto ni ningún funcionario del gobierno, tal como habían prometido. Los trabajadores habían abandonado la toma del Concejo Deliberante con la condición de poder dialogar con funcionarios nacionales.
"Es una tomada de pelo más y abusarse de la buena voluntad que puso de manifiesto el conjunto de trabajadores al abandonar el Concejo Deliberante, cuando en realidad nos tendríamos que haber quedado a vivir ahí para que nos den bolilla", dijo a LU9 uno de los trabajadores.
El jefe comunal, acompañado por el delegado del Puerto, Norberto Pérez, estuvo apenas unos minutos hablándole a los trabajadores. Cuando se retiraba, fue insultado y luego recibió una lluvia de piedras cuando se alejaba en una camioneta, informó el sitio marplatense Puntonoticias.com.
"No somos delincuentes, queremos que saquen la policía del puerto, y ustedes se tienen que ocupar para que vengan las autoridades de Buenos Aires y nos regularicen, porque no tengo obra social, ni voy a tener jubilación", increpó una trabajadora a Katz, en medio del griterío.
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"Estamos pidiendo solamente la regularización laboral, trabajar en blanco, con dignidad. Producimos para todo el país, le damos de comer a todos. Nadie se hace responsable. Nos están tomando el pelo", afirmó indignada la mujer, que dijo trabajar hace más de 10 años, siempre de manera irregular.
Más temprano, bajo un fuerte dispositivo de seguridad, un grupo de fileteros recorrió las fábricas convocando al personal para que se adhiera al paro de actividades.
Este conflicto viene desde julio, cuando obreros de la pesca que denuncian trabajar en negro por muy bajos salarios y en condiciones insalubres, cortaron los accesos al puerto y paralizaron la actividad durante dos semanas. Los trabajadores demás del blanqueo laboral, exigen la reincorporación de los obreros despedidos con motivo del conflicto originado por la registración, el pago de la garantía horaria a los trabajadores de las plantas y un compromiso del Gobierno Nacional de obligar a los empresarios a registrar en forma automática e inmediata a los obreros en el marco de un convenio firmado en 1975.
