La intención del gobierno porteño de desprenderse de dos de sus edificios emblemáticos –Bolívar 1 y el edificio La Prensa–, que adelantó PERFIL hace dos semanas, puso en estado de alerta tanto a legisladores como a distintas agrupaciones vecinales que defienden el patrimonio. El jueves, se presentaron en la Legislatura porteña tres pedidos de informes sobre el tema, para que el gobierno porteño ratificara o negara tal intención.
La venta de esos edificios formaba parte de un material que la Ciudad entregó durante su participación en la feria Mipim 2018, realizada en Cannes. Los pedidos de informes fueron presentados por los diputados Javier Andrade (FpV), Sergio Abrevaya (GEN) y Gabriel Solano (FIT). Sin embargo, la mayoría del oficialismo se impuso en las votaciones que se realizaron, por lo que los pedidos fueron desestimados. Sin embargo, los vecinos insistirán: en los próximos días, según averiguó PERFIL, presentarían otro pedido basado en la Ley 104 , que insta al Ejecutivo a responder. “Decidieron ocultar la información sobre la venta de los edificios, pero no negaron las intenciones”, afirmó Mónica Capano, del Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas.
En su pedido de informes, Andrade solicitaba que la Dirección de Proyectos de Participación Pública Privada porteña confirmara si “se alentó a inversores de cadenas de hoteles internacionales a participar de ese negocio”, el destino y la tasación de los inmuebles. Otro de los puntos sobre los que inquirió Andrade tuvo que ver con el destino que se pretende dar a esos inmuebles que forman parte del Casco Histórico de la Ciudad.
En el mismo pedido de informes, el legislador del FpV también requirió datos sobre las obras que se pretende realizar en el Buenos Aires Design y en el predio que ocupaba el club Tiro Federal, donde se erigirá el Parque de la Innovación.
Mientras que Sergio Abrevaya sostuvo que “es inconcebible, de ser cierto y confirmada la presencia del GCBA en la Feria de Inversiones Inmobiliarias con un abanico de ofertas de inmuebles, que se imagine poner en venta u ofrecer para su uso los edificios de Bolívar 1 y La Prensa, sin respetar la historia ni tener autorización”.