El Ministerio de Trabajo decidió ordenar ayer la reincorporación de diez personas despedidas en los últimos meses, desembolsar de "inmediato" los 500 pesos para empleados y dejar sin efecto unos 60 pedidos de licencia, y las medidas lograron que el conflicto del Hospital Francés comenzara a transitar el camino hacia la solución definitiva.
Fue una medida "relámpago" tomada por el Poder Ejecutivo Nacional que permitió el acercamiento de las partes y destrabar una situación delicada para el Gobierno en la que se mezclaron deudas salariales a trabajadores, reclamos sobre cesanteados y despedidos, y hasta golpes de puño e incidentes protagonizados por barras bravas dentro del hospital.
Empleados e informantes de la institución de la salud confirmaron que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, ordenaron el cumplimiento de las peticiones y convocaron "de urgencia" a los trabajadores.
El ministro respondió a las tres peticiones presentadas por trabajadores, tras el compromiso asumido ayer de desembolsar 500 pesos de "inmediato" a los empleados, y luego de dejar sin efecto unos 60 pedidos de licencia. La decisión más importante fue la reincorporación de los diez trabajadores del Hospital Francés que fueron despedidos durante el conflicto.
El entendimiento fue sellado a las 16.30 por personal no médico del centro sanitario, dirigentes del gremio ATSA y funcionarios de la cartera laboral, luego de una infructuosa reunión llevada a cabo anoche, en la que trabajadores se retiraron en forma "intempestiva", según consideró el Gobierno.
Personal no médico celebró el entendimiento y bajó de tono su exigencia "no negociable" de que se remueva la intervención, a la que acusan de haber comandado los graves incidentes de comienzos de octubre, cuando un grupo allegado al kirchnerismo intentó desactivar una protesta gremial.
José Luis Salvatierra, interventor del sanatorio desde abril, se desvinculó ayer de esos hechos ante la Justicia, al afirmar que "no" estaba en el hospital cuando sucedieron los incidentes, que provocaron al menos seis heridos, entre ellos un periodista y un diputado, y más de 30 detenidos.
El ministerio de Trabajo consideró mediante un comunicado que tras la reincorporación de despedidos "comienza a destrabarse el conflicto", mientras aseguró que "continúan las tratativas tendientes a lograr un programa de recuperación del hospital".
Fuentes oficiales informaron que el gremio de sanidad ATSA, que conduce Rodolfo Daer, presentó un plan para reactivar el hospital "en diez meses" y aseguraron que las peticiones acordadas entre ayer y hoy se cumplirán "en los próximos días". Trascendió de fuentes oficiales que la presencia de ATSA y de algunos funcionarios de la intervención "cayó mal" al personal, y provocó ayer el abrupto final de la reunión en la cartera laboral.
Pese el entendimiento de hoy, los empleados ratificaron que exigirán la destitución de "Salvatierra y la erradicación de patotas que provocaron incidentes hace doce días", al tiempo que pidieron "un avance" en las medidas oficiales para reactivar el hospital.
El personal continúa con el pedido de destitución de Salvatierra y del director del hospital, Walter González, así como de sus allegados, cuestión resistida por el gobierno porque la intervención es de carácter judicial.
Alberto Fernández ofreció el jueves último al personal en la Casa Rosada, la creación de un fondo fiduciario entre el Gobierno, la provincia y empresas francesas, así como la provisión de insumos médicos. El ministro de Salud, Ginés González García, responsable de la coordinación y funcionamiento del sistema sanitario público y privado, había pedido a los empleados del Francés "que se dejen ayudar", en una de las primeras declaraciones sobre el tema.
Tras la reunión de hoy, que finalizó a las 17.30, delegados consideraron que "están terminadas" las peticiones laborales, y que "a partir de ahora se debatirá directamente con el Gobierno sobre el plan de reactivación" presentado por ATSA.