Un obispo porteño pidió a la Justicia que investigue si intentó suicidarse (y las causas de tal situación) un chico de 8 años que asiste a un hogar de menores supervisado por la Fundación Felices Los Niños. Así lo plantea la denuncia presentada hace casi un mes y conocida en las últimas horas por el obispo auxiliar y vicario Episcopal de la Zona "Belgrano", Horacio Benites Astoul, quien radicó el caso ante la Defensoría Publica de Menores e Incapaces en lo Civil y Comercial número 4 de Capital Federal.
La denuncia alude a un niño de 8 años, alojado en el hogar San José, de Chacarita, que habría sufrido una crisis de llanto y un supuesto intento de suicidio, tras lo cual otro de los menores habría dicho: "Acá empezaron otra vez los abusos". Fue por eso que el obispo denunció el caso y reclamó a la Justicia una investigación ante "la gravedad de este hecho y los eventuales problemas que podrían estar sufrido alguno de los chicos del hogar, que los estarían llevando a manifestarse de este modo".
Benites Astoul reportó que ocurrió en un predio donde funcionan una escuela que está en manos del Arzobispado local y el citado hogar San José "que pertenece y que se encuentra bajo la dirección y supervisión de la Fundación Felices Los Niños". Esa fundación fue creada por el cura Julio César Grassi, enjuiciado por presunta corrupción de menores. En su denuncia, el obispo aclaró así que "el hogar San José no está dentro del ámbito de la acción ni de la vigilancia de la Iglesia Católica. Este hogar es entonces una entidad civil, totalmente independiente de la Iglesia".
El religioso explicó que algunos de los niños internados en ese hogar asisten a la escuela primaria que desde 2006 depende del Arzobispado de Buenos Aires. Los chicos viven, según el obispo, "dos realidades distintas, pero físicamente dentro de un mismo predio". En ese marco, el obispo denunció que el pasado 2 de setiembre un chico de 8 años habría llegado a la escuela "muy mal, muy angustiado". Según su relato, el chico no habría querido "trabajar, se encaprichó y se puso a llorar", no habría hecho caso a los docentes y más tarde, después de pasar por la dirección, habría puesto "en riesgo su integridad".
"Ató un cable de teléfono a su cuello, desoía al docente y amenazaba con saltar desde donde estaba (...) No sabemos si lo hizo con intención de quitarse la vida o de llamar la atención. Sea como sea, estaba en una crisis de llanto y decía llorando 'quiero irme al cielo y terminar con todo esto'", relata la denuncia.
El obispo reseñó que "un muchachito más grande, de quinto grado, habría hecho un comentario a la maestra de cuarto (diciendo) 'acá empezaron otra vez los abusos'". El religioso sostuvo entonces que "entendimos que debíamos dar parte a la Justicia, para que se realice la investigación correspondiente, para ayudar a resolver cualquier dificultad que pudiera perjudicar a los chicos que viven en el hogar de la Fundación Felices los Niños".
Según se indicó, la Defensoria habría enviado al hogar un Fiscal para interiorizarse de la situación del menor en cuestión, pero el chico había sido sorpresivamente trasladado a la sede central de la Fundación, en Hurlingham. Ante las dificultades conque tropezaban para poder contactar a los menores, el tribunal dispuso que se realicen evaluaciones a todos los chicos internados en ese hogar.
Esa nueva denuncia fue citada ayer por el abogado que lleva adelante la querella contra Grassi en el juicio oral, Juan Pablo Gallego, quién consideró que se trataba de "nuevos hechos sexuales que en este caso ocurrieron en la sede de la Fundación Felices los Niños, de Chacarita, circunstancia que no hace más que mostrar el perfil de la institución".
En su habitual contacto con los periodistas al salir de las audiencias, Grassi desmintió ayer que haya habido abusos en el hogar de Belgrano y precisó que "hubo sólo una situación sexual entre dos de los internados", pero el caso ya fue atendido. "No hubo ninguna denuncia contra la Fundación, sino un simple problema entre dos de los chicos internados", resumió Grassi, declinando comentar sobre la situación de que la propia iglesia haya sido la que llevó esta vez el caso a la Justicia.
Fuente: DYN