La Justicia dio sentencia para los acusados de asesinar el 2009 al florista de Susana Giménez, Gustavo Lanzavecchia: Roberto Leiva recibió prisión perpetua, mientras que Freddy Chena Paredes recibió sólo 10 años de cácel.
El florista de Susana Giménez fue asesinado en 2009 su casa de la localidad de Lomas del Mirador, pero la condena mayor del Tribunal Oral en lo Criminal 5 de La Matanza recayó en Leiva, de 29 años, hallado culpable de "homicidio calificado criminis causa" en concurso con el "robo agravado por el uso de armas". A Paredes, de 20, le impuso 10 años de cárcel por "robo agravado por uso de armas".
La Fiscalía y la querella habían reclamado para ambos la pena de perpetua como coautores de "robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio calificado criminis causa".
El Tribunal Oral Criminal 5 de La Matanza decidió de esta manera el fallo, tras escuchar lo expresado por el fiscal Eduardo Campanella, quien solicitó la pena de prisión perpetua para los dos acusados, a quienes consideró "coautores" de los delitos "robo agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio calificado criminis causa". Sin embargo, sólo Leiva recibió la máxima condena, mientras que Paredes sólo fue condenado a 10 años de prisión.
La querella también había pedido perpetua para los dos acusados porque, según destacó, "quedó acreditado que los dos imputados fueron los que arrojaron a Lanzavecchia a la pileta, por lo que son considerados coautores". Sin embargo, los magistrados Javier González, Gabriela Rizzuto y Matías Deane determinaron que sólo Leiva tenía tal responsabilidad.
Un tercer acusado por el hecho se encuentra prófugo de la Justicia.
El cuerpo del decorador y florista fue descubierto el 27 de febrero de 2009. El ingresar la policía a la casa tras recibir un llamado, los efectivos encontraron a Lanzavecchia en el fondo de la piscina, a quien tras retirarlo le aplicaron técnicas de reanimación, sin embargo falleció poco tiempo después al ingresar a un centro de salud. Según la autopsia, el diseñador murió por "sumersión", estaba atado de pies y manos, y tenía signos de haber sido arrastrado.