En un día lleno de protestas y en la Ciudad de Buenos Aires, dos movilizaciones generaron aún más caos al ya problemático centro.
Por un lado, se manifestaron por tercer día consecutivo los comerciantes de la calle Florida, contra el comercio ilegal de los llamados "manteros". Y por el otro, un operativo en Once provocó forcejeos entre puesteros de la zona y efectivos policiales.
Los comerciantes de la tradicional peatonal cortaron, por tercera jornada consecutiva, el tránsito en la intersección de Florida y la avenida Corrientes para protestar por la presencia de los vendedores ambulantes, informó la agencia DyN.
Se trata de los dueños de locales miembros de la Asociación de Amigos de la calle Florida.
En declaraciones al canal de noticias C5N, el titular de esa agrupación, Héctor López Moreno, aseguró: “Mientras las autoridades no nos de una solución, vamos a cortar durante media hora todos los días”.
Al respecto, el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli, consideró: "Los comerciantes de la calle Florida hacen un reclamo justo, que tiene que ver con una intromisión fuerte en la peatonal", y agregó: "Lo que está faltando es presencia policial".
"No podemos asentar la venta ilegal en la peatonal Florida. La falsificación de marcas es un delito federal. Además, se perjudica a quienes transitan por la peatonal y a los comerciantes que pagan sus impuestos todos los días", continuó.
En tanto, el operativo en el barrio porteño de Once provocó disturbios entre puesteros y efectivos policiales.
El operativo se realizó en un local de avenida Rivadavia al 2700 al igual que en otros seis lugares donde fueron demorados cinco hombres y secuestrada una gran cantidad de indumentaria confeccionada presuntamente en talleres textiles clandestinos, juguetes y accesorios para teléfonos celulares.
La Policía Metropolitana actuó por orden de la jueza porteña Natalia Molina en el marco de una investigación que intenta identificar a los responsables de los distintos puestos de mercadería de la denominada zona de Once.
Como consecuencia, los vendedores protestaron y forcejearon con agentes de la Policía Metropolitana en repudio al allanamiento.
