Con visible indignación, un grupo de vecinos cortó esta mañana la avenida Pueyrredón, a la altura del barrio porteño de Recoleta, minutos después de habilitarse la doble mano del tránsito desde la avenida Córdoba hacia la avenida Del Libertador. La medida generó enfrentamientos entre vecinos, colectiveros, camioneros y pasajeros de transporte público.
Los manifestantes intentaron impedir el paso de los vehículos, por lo que muchos de los conductores bajaron indignados de los rodados y enfrentaron a los vecinos de Barrio Norte. El corte se estableció en la intersección de las avenidas Pueyrredón y Juncal. Personal de la división de Tránsito y efectivos de la Policía Federal acudieron al lugar.
Los manifestantes advirtieron que permanecerán sobre la calle hasta que sean recibidos por funcionarios del gobierno porteño, que estableció una prueba piloto de 90 días con el objetivo de privilegiar el transporte público y desalentar el transporte público, con lo que la avenida vuelve a tener circulación en dos sentidos después de 30 años. Sin embargo, el paso se liberó a media mañana.
La avenida Pueyrredón cuenta entonces, desde hoy, con tres carriles en el sentido actual (hacia el sur) y dos carriles con sentido norte. Asimismo, la calle Azcuénaga (entre Pueyrredón y Juncal) cambiará su sentido de circulación.
Los vecinos consideraron que dotar a Pueyrredón de dos carriles con sentido Sur-Norte y conservar tres carriles con sentido Norte-Sur, de 8 a 20, tendrá más perjuicios que beneficios. Los habitantes de la zona advirtieron, por ejemplo, que será mayor "la inseguridad vial, los ruidos, el humo y las vibraciones" de los edificios.
Por su parte, la Asociación Taxistas de Capital criticó la medida y reclamó un "plan coherente para el tránsito porteño, más allá de medidas aisladas y contradictorias que fracasan una tras otra". Esa organización alertó que los carriles de doble mano en Pueyrredón van a " acomplejar aún más el tránsito, aumentar los choques y los accidentes, aumentar el tiempo de traslado por la eliminación de la onda verde y, por supuesto, limitar la actividad de servicio de taxis".