Con el regreso de la ola de calor a la ciudad retornaron los cortes de luz en distintos barrios porteños. Villa Lugano, Caballito, Flores, Floresta, Villa Crespo y Santa Rita son algunas de las zonas donde se registraron fallas en el suministro eléctrico. Sin embargo, desde las empresas informaron a PERFIL que los cortes no superan las 12 horas y que la red “funciona casi en un ciento por ciento”.
Facundo Catanese, dueño de una casa de fotos ubicada en las calles San Blas y Nazca, en el barrio Santa Rita, asegura que estuvo 15 días sin luz y ayer se vio afectado por un nuevo corte de suministro. “Se cortó a la mañana temprano. Gastamos 500 pesos por día en el grupo electrógeno; si seguimos así, vamos a tener que cerrar”, se lamenta.
Quejas como ésta se replican en las redes sociales y a través del portal Acanohayluz.com.ar, donde se informaron fallas en el servicio en Liniers, Mataderos, Floresta, Parque Chacabuco y Boedo, entre otros barrios.
Pese a las denuncias de los vecinos, la vocera de Edesur, Alejandra Martínez, sostuvo que los cortes tienen un máximo de 12 horas. “La compañía está realizando obras para mejorar la calidad del servicio, por eso se pueden registrar algunos inconvenientes, pero no son prolongados”, explicó a PERFIL.
“Puede haber cortes por la ola de calor”, pero son “muy puntuales y no generalizados por toda la ciudad, como ocurrió en diciembre. La red está exigida, pero opera con los parámetros normales”, aclaró Martínez.
“Todos los días hay cortes, la mayoría son por fallas técnicas, pero también hay causas ajenas a nosotros”, se defendió el vocero de Edenor, Alberto Lippi. “Esta semana los cortes fueron normales y se solucionaron en el día”, aclaró Lippi. Según indicó, “lo llamativo es que haya menos gente en la ciudad y más consumo. La demanda de estos últimos días de calor fue similar o mayor que la demanda de diciembre”.
Más allá de las explicaciones oficiales de las empresas, la realidad de los vecinos sin luz es mucho más compleja. En un edificio de Juan B. Justo y Seguí, en Flores, están sin luz desde el 13 de diciembre. Muchas personas mayores están prácticamente encerradas en sus propias casas. Rogelio Errasquín (86) sube y baja baldes con agua hasta el tercer piso, donde vive. En el mismo edificio, Isabel Balmayor (80) improvisó una soga hacia la calle y así un grupo de vecinos le acerca alimentos y bebidas frescas.
Por su parte, Mayra Lee, vecina de Santa Rita, comentó que durante la semana no sufrió la falta de luz, pero el fin de semana pasado estuvo sin servicio casi 48 horas. Ayer y el jueves regresaron los cortes. “A esta altura, hacer el reclamo es perder el tiempo”, afirmó.
En Villa Lugano los vecinos protestaron en distintas esquinas y responsabilizaron al gobierno nacional y a las empresas por la falta de inversiones. “No se entiende por qué siempre llegamos a esta época con cortes que nos afectan tanto”, se enojó una vecina y comerciante de la zona.