SOCIEDAD

Quién fue Gustavo Deutsch, el empresario estrellado en Nordelta

La vida del ex dueño de LAPA, marcada por la aviación, la formación empresarial y la tragedia.

Andrés Deutsch, exdueño de LAPA
| CeDoc

El exdueño de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA), Gustavo Andrés Deutsch, falleció hoy al estrellarse la avioneta en la que él viaja junto a su esposa en Nordelta, el gigante barrio privado del partido de Tigre.

Deutsch, de 78 años, había nacido en la antigua Checoslovaquia y llegó a la Argentina junto con su adinerada familia ni bien terminó la Segunda Guerra Mundial. Ya en el país, su familia cofundó la cadena Casa Tía

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En la década del ´80, Deutsch se hizo dueño de la empresa LAPA de un modo casi fortuito: fue una parte de pago por la venta de campos familiares. Sin embargo, su condición de piloto más su formación profesional en la empresa familiar le jugaron a favor. Deustch convertiría una pequeña empresa con tan sólo dos aviones de cabotaje en una de las líderes indiscutidas de la aviación argentina siendo su propio vocero: llegó a concentrar el 30% del mercado con bajas tarifas.

Obviamente, todo ello se acabó el 31 de agosto de 1999, cuando el Boeing 737 de LAPA siguió de largo en la pista del Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery y se estrelló en el complejo Punta Carrasco de la Costanera porteña, matando a 65 personas en una de las peores tragedias aéreas que se hayan vivido en el país. 

Durante el largo juicio, la acusación de la fiscalía a cargo del doctor Carlos Rívolo concluyó que LAPA "no tenía cultura de seguridad", lo que permitió que pilotos "por debajo del estándar" y con un pésimo "historial de desempeño" estuvieran al frente de las aeronaves. El fiscal llegó a afirmar que la empresa de Deutsch tenía una flota en condiciones "ilegales para volar"

Deutsch fue absuelto en 2010 por la justicia, pero no por mérito propio sino por el paso del tiempo: la causa prescribió. 

Por esas paradojas del destino, Deutsch volvió a quedar inmerso en un accidente aéreo en zona urbana, pero esta vez le costó la vida a él, el piloto de su aeronave, quien se autodefinió como el "Saint-Exupéry argentino" y que finalizó sus días a bordo de un avión.