Mañana se cumplirán 200 años del primer número de La Gaceta de Buenos Ayres, dirigida por Mariano Moreno. Estaremos entonces ante el Día del Periodista del Bicentenario. Y sería deseable que más allá de las diferencias o discusiones, el mismo espíritu de concordia y cohesión social que marcó los festejos populares se trasladara al ámbito periodístico, convulsionado y crispado (un adjetivo que se puso de moda) como nunca antes, en los últimos tiempos.
Acaso esta encuesta a la que accedió Perfil en exclusiva no contribuya a aquietar las aguas, si es que predominan los mismos prejuicios que muchas veces entrecruzan el debate sobre quién, qué y cómo se comunica. Pero si el valor que impera es el de acceder a una foto sobre la reacción social que genera el trabajo periodístico, se consolida como un aporte. Lo que se intenta es informar, no tomar partido.
Es la primera vez que la empresa de mediciones Ipsos Mora y Araujo, una de las más prestigiosas del país, hace este estudio tan detallado, incorporado a su monitoreo tradicional de Análisis Sociopolítico de la Coyuntura Argentina, que brinda a sus clientes, casi todos del sector privado.
En tren de despejar posibles susceptibilidades, el director de Ipsos, Santiago Rossi, aclara que no se trata de una medición pedida por o para el Gobierno nacional, que tiene intereses muy claros en esta pugna.
Otra aclaración es por qué Perfil no aparece en la medición. Ipsos decidió analizar el impacto de credibilidad de los tres principales matutinos de circulación nacional que se publican todos los días y responden a determinado target (por ventas, Diario Popular ocupa el tercer lugar en importancia).
Desconfianza. La principal revelación del estudio es el alto índice negativo que en general recogen los medios y los periodistas. Salvo el podio integrado por Santo Biasatti, Víctor Hugo Morales y Jorge Lanata, el resto de los profesionales, diarios y radios relevados obtienen más ponderación en contra que a favor.