La querella de la familia de Matías Berardi, el adolescente de 16 años que fue secuestrado y asesinado en 2010, pidió que diez de los once acusados sean condenados a la pena de reclusión perpetua.
El pedido más grave de pena fue para los acusados Richard Souto (46), el herrero uruguayo y propietario del galpón de Benavídez donde la víctima estuvo cautiva, su concuñado Néstor Facundo “el Chino” Maidana (25), Damián Sack (26), Gabriel “Larry” Figueroa (27) y Gonzalo Alvarez (34).
A todos ellos, los consideraron coautores de un secuestro extorsivo agravado en concurso ideal con un homicidio calificado criminis causa –es decir, matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad–, y reclamó reclusión perpetua por tiempo indeterminado.
En el caso de la esposa del herrero Souto, Ana Moyano (41), su hija Jennifer Souto (21), su cuñada Celeste Moyano (29), Federico Maidana (30) y Elías Vivas (22), la querella pidió reclusión perpetua por secuestro extorsivo agravado por la muerte intencional de la víctima. Sólo pidieron una pena menor, de veinte años de prisión, para la joven que tenía 17 años al momento del hecho y que por la Ley de Menores, debe recibir condenas atenuadas. Tras un alegato que se prolongó por más de tres horas, el Tribunal Federal 3 de San Martín, pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles cuando le tocará alegar al fiscal Eduardo Codesido.
Berardi, de 16 años, fue secuestrado el 28 de septiembre de 2010 en Ingeniero Maschwitz. Tras pasar 14 horas cautivo, logró escapar y comenzó a pedir ayuda entre los vecinos. Nadie le creyó. Sus captores volvieron a secuestrarlo y poco después lo llevaron hasta un descampado, donde lo ejecutaron de dos disparos.