Durante los primeros seis meses del año, la Ciudad inhabilitó a unos 1.078 conductores; un 0,6% de los 198.321 que pasaron por las oficinas del Gobierno porteño para renovar sus licencias de conducir.
Se trata de aquellos automovilistas que debido a las distintas faltas que cometieron a lo largo de dos años sufrieron la quita de puntos en sus licencias de conducir, es decir, por la aplicación del scoring, el sistema de evaluación de automovilistas que se hace a partir de las infracciones que comete. En este mismo período, los controladores de faltas descontaron 39.123 puntos de scoring en total a los conductores.
Según el mecanismo, una vez que se descuentan los puntos a los automovilistas la Dirección General de Habilitación de Conductores y Transporte de la Secretaría de Transporte porteño tiene la facultad de tomar exámenes para que puedan recuperarlos. Los infractores inhabilitados deberán asistir a los cursos que se dictan en las ONG Creando Conciencia Urbana y Sistemas Reid. En estos casos puntuales, en 2017 se tomaron 614 exámenes, un 60% más que en 2016. El 97% de las personas que rindieron el examen de scoring en 2017 fue por perder los 20 puntos en total que se asignan a cada automovilista. El resto por perder 4 puntos, quita que se aplica por circular con la licencia vencida, girar en lugar prohibido, obstruir la vía transversal o no dar prioridad a los peatones.
Infracciones. En la Ciudad circulan unos dos millones de vehículos por día. De este total, la mitad está patentado en este distrito, mientras que el resto ingresa desde el Gran Buenos Aires. El año pasado, en tanto, se emitieron 421.720 licencias, de las cuales 375.670 fueron renovación de carnets y 46.050, licencias nuevas. Mientras que los registros inhabilitados ascendieron a 2.189 en total. Entre las faltas habituales que suelen cometer los automovilistas en la Ciudad se destacan el cruce de semáforo en rojo, uso de celular, mal estacionamiento, exceso de velocidad, e ingreso indebido a las áreas peatonales del Micro y Macrocentro. “Es una herramienta importante para concientizar a los conductores y hacerles saber que el incumplimiento de las normas de tránsito trae consecuencias que pueden ser económicas y, en los casos más graves, sufrir la retención de la licencia de conducir”, expresó el subsecretario de Justicia porteño, Hernán Najenson.
Más allá de las ventajas del sistema, desde el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (Cesvi) señalan que “el problema que se presenta en nuestro país es la diferencia que existe entre las provincias. Es necesario unificar el otorgamiento de licencias de conducir –tarea que ya se comenzó a realizar– para luego aplicar el sistema de manera uniforme. Si un conductor porteño comete una infracción en San Juan, no se le descuentan puntos y, por ende, no se le retiene su licencia”, señaló Gustavo Brambati, subgerente de Seguridad Vial de Cesvi.