Con los restos del avión ya en tierra, la Justicia uruguaya continuaba ayer con los peritajes para determinar qué pasó el jueves por la noche cuando el Beechcraft King B-90 se precipitó a los treinta segundos de haber despegado. Una posible falla en las turbinas es una de las principales hipótesis, y el hecho de que al piloto Luis Pivida (59) lo hayan encontrado con las manos en el control de mando parecería abonar esta suposición. La explosión en el aire, en tanto, quedó descartada.
Tanto Pivida como el copiloto Diego Chiaradia (46) tenían la mitad del cuerpo sumergido en el agua, por lo que la causa de su muerte habría sido ahogamiento. Mientras que el resto de las víctimas fatales –seis hombres y dos mujeres– presentaban quemaduras en los cuerpos o estaban calcinados, lo que hasta ayer dificultaba el reconocimiento de los cuerpos de las mujeres (ver recuadro).
“Nuestro personal vio que el avión decoló y enseguida se precipitó a tierra, evidenciando que hubo una emergencia y el piloto no tuvo tiempo de reportarla a la base”, sostuvo ayer a medios uruguayos Gonzalo Ciganda, comandante de la Aviación Naval uruguaya, que se encontraba a pocos metros del lugar del siniestro, y confirmó que no hubo explosión. También explicó que como el avión no estaba a más de 150 metros de altura, el piloto “no tuvo tiempo” de cumplir el procedimiento de emergencia.
Sin caja negra. La ausencia de una caja negra que registrara las actividades es, según los expertos, uno de los problemas fundamentales a la hora de determinar qué ocurrió. Sucede que para este tipo de aeronaves de pequeño porte no suele ser obligatorio.
Ayer, la jueza a cargo de la investigación, Adriana Morosini, ordenó la extracción de fluidos tanto del piloto como del copiloto para descartar que antes del vuelo hayan tomado alcohol o algún tipo de psicofármaco. En tanto, solicitó la extracción de ADN de todas las víctimas para poder realizarles autopsias que determinen las causas de fallecimiento. Hasta que culminen las pericias forenses los cuerpos deberán permanecer en la morgue de Maldonado.
La investigación podrá llevar, dijeron responsables del Ministerio de Defensa uruguayo, no menos de tres meses.
Todavía falta identificar a las dos mujeres
La Policía Científica de Uruguay continuaba trabajando ayer en la identificación de los cuerpos de las diez víctimas fatales, y al cierre de esta edición restaba identificar oficialmente a las dos mujeres que viajaban a bordo, la argentina Joanna Mc Cormack y la portuguesa Marta Vieira Pires. Según fuentes de la investigación, la demora se debe a que en Maldonado no les habrían sacado fotos a los DNI de los pasajeros para cotejar la huella digital derecha y el consulado argentino tampoco habría mandado las muestras para hacer la comparación. Ayer, los cerca de treinta familiares de las víctimas que viajaron para reconocer los cuerpos ya habían regresado a Buenos Aires.
La jueza pidió a los forenses “máxima celeridad” en las pericias, a las que se sumará el informe de la Comisión Investigadora de de Accidentes local.