Las rutas más importantes de la provincia de Santa Fe continuaban cortadas hoy a raíz del desborde de ríos y arroyos, mientras que las aguas estancadas comenzaron a descender lentamente lo que permitió el lanzamiento del “operativo retorno” para que más de 30 mil evacuados santafesinos vuelvan a sus casas
La Dirección de Vialidad Provincial de Santa Fe precisó que la autopista Brigadier López, la más importante de la provincia que comunica la capital provincial con Rosario, estaba intransitable por el desborde del Arroyo de los Padres de Colastiné.
Lo mismo ocurría con la ruta nacional 11 a la altura de las ciudades de Arocena y Coronda, por lo que los automovilistas que se dirigían hacia Buenos Aires debían utilizar carreteras de la provincia de Entre Ríos y retornar a Santa Fe por el puente Victoria-Rosario.
El organismo oficial precisó que estaba habilitado al tránsito el sector norte de la ruta nacional 11, con lo cual era posible viajar desde la capital provincial hacia las ciudades de San Justo, Vera y Reconquista, en el norte de Santa Fe. En tanto, permanecían intransitables la ruta provincial 6, entre Gálvez y San Carlos Sur.
Lo mismo ocurría con la 70 desde Esperanza a Recreo, aunque esta última estaba habilitada entre Esperanza y Rafaela.
La ruta provincial 67 estaba cortada entre Santa María Norte y Pilar, pero se podía circular entre la ruta nacional 19 y San Jerónimo Norte.
La provincial 50 estaba interrumpida entre Las Tunas y San Jerónimo Norte.
En tanto, era normal el tránsito en el puente carretero que comunica las ciudades de Santa Fe y Santo Tomé, lo mismo que la ruta nacional 19, que conduce a la provincia de Córdoba y la provincial 1 que bordea la costa santafesina.
Asimismo, fue habilitada al tránsito la ruta provincial 2, entre Santa Fe y Monte Vera.
El ministro de Gobierno de Entre Ríos, Adán Bahl, aseguró que esta mañana todas las carreteras de la provincia estaban habilitadas.
Afectados. Unas 50 mil personas continuaban hoy evacuadas en Santa Fe, Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires, como consecuencia del temporal de lluvia de la última semana y, aunque el clima había mejorado, se estimaba que el agua aún tardará unos días en bajar.
La situación más grave se estaba viviendo en Santa Fe, donde aún hoy había al menos 35 mil evacuados, 23 mil de los cuales eran residentes en la capital provincial, donde varios barrios quedaron bajo las aguas.
Por su parte, el gobernador Jorge Obeid consideró hoy que dentro de cuatro o cinco días "vamos a estar sacando la mayor cantidad de agua de la zona afectada" y precisó que "el objetivo prioritario es romper el aislamiento y llevar comida y abrigo a más 35 mil evacuados y autoevacuados" de toda la provincia.
Descenso. Tras 72 horas sin lluvias en la ciudad de Santa Fe, las aguas estancadas en los barrios del noreste, centro y sur descienden lentamente gracias a la intensa labor de las bombas extractoras que vienen funcionando a pleno desde que comenzó la inundación, informaron hoy las autoridades.
Los damnificados de los barrios de la zona noroeste comenzaron lentamente el "operativo retorno" a sus hogares, luego de permanecer varios días en los centros de evacuados.
En la ciudad de Santa Fe se restableció el servicio de electricidad, salvo en tres de los barrios afectados, volvieron a circular colectivos, taxis y remises, comenzó la limpieza de las calles y la recolección de residuos.
El río Paraná registró una baja en su caudal de ocho centímetros en el puerto de Santa Fe, mientras el río Salado experimentó un descenso de 33 centímetros en el extremo norte de la capital provincial, según informó el ministerio de Asuntos Hídricos.
La dependencia indicó que "el río Paraná, en el puerto local (Santa Fe), registró una baja de 8 centímetros" y se mantenía en 5,82 metros, cuando el nivel de alerta se ubica en 5,30 y el nivel de evacuación en 5,70.
Fuente: DyN