La temporada de matrimonios en la India, de febrero a abril y de septiembre a noviembre se convierte en un período tortuoso para numerosas familias que salen a la caza de novios para sus hijas y codiciados solteros que se convierten en la presa deseada.
El matrimonio indio es en la mayoría de los casos un acto social donde los familiares más cercanos deciden sobre el futuro de la novia y analizan su porvenir con hombres de la misma casta.
En el estado de Bihar durante el año pasado sólo se celebraron 14 casamientos por lo que el fondo monetario destinado por el gobierno para promover alianzas entre diferente castas quedó sin utilizar, informó el periódico Hindustan Times.
Según un informe de la cadena BBC en la ciudad de Begusarai, 200 km al este de Patna, capital de Bihar, son muy comunes los matrimonios hechos a las apuradas y casi sin pensarse.
En este marco, el "matrimonio por secuestro" se ha convertido en un fenómeno muy común. Sostiene la BBC que las muchas familias que no encuentran esposo para sus hijas por no tener dinero prefieren secuestrar al novio potencial.
Ajay Chowdhary, víctima de esta modalidad, dio cuenta de su caso a la cadena británica y relató que durante sus vacaciones en la ciudad de Begusarai fue rodeado por una banda de ocho personas que lo metieron en un coche y lo obligaron, al día siguiente, a casarse con una mujer desconocida.
Esa misma noche fue rescatado por su familia, pero era tarde, ya estaba casado.
Ramesh Singh, otra víctima del matrimonio por secuestro, dijo haber sido privado de su libertad mientras asistía a un casamiento.
Según relató fue golpeado hasta dar su consentimiento a un matrimonio que finalmente aceptó como su destino.