SOCIEDAD
conductas repetitivas y angustia

Sharenting: qué consecuencias traería compartir la intimidad de los niños en redes

Expertos dicen que la exposición de la imagen de los menores sin que lo sepan acarrea efectos que pueden restringir su vida social a futuro. Los hijos de famosos.

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Casos. Mirko Wiebe tiene cinco millones de seguidores en Instagram. Ana García Moritán tiene dos meses y ya tiene más de una cuenta propia. | marta toledo/instagram

Ana García Moritán tiene solo dos meses de vida. Su cuenta oficial de Instagram (@anagarciamoritan) en solo la mitad de ese tiempo reunió a más de 100 mil seguidores. Como una pequeña instagramer, la hija de Carolina “Pampita” Ardohain, postea un día en el spa o un domingo en cama, todo con la particularidad de que es la misma modelo quien maneja su perfil. Otra cuenta de Ana tiene casi 49 mil. Este perfil, creado por los fanáticos de la modelo, recopila desde el anuncio del embarazo hasta las fotos subidas de la beba por los propios padres. Su vida se expone sin límite alguno, por ejemplo, como imagen de algunas marcas en la cuenta de su madre. 

En la actualidad, la paternidad compartida en las redes (también conocida como sharenting, combinación de las palabras share –compartir– y parenting–paternidad–) sigue en discusión sobre la exposición virtual de los chicos desde muy pequeños y la falta de filtros de las plataformas para protegerlos. ¿Qué tan peligroso puede ser para un padre compartir la vida de sus hijos? ¿Pueden afectarlos en su crecimiento? 

Cristina Jorge, psicóloga especialista en niños y adolescentes, afirma que es bastante común que los padres compartan fotos y videos “desde una posición ingenua” para mostrar el crecimiento de sus hijos. Sin embargo, advierte que si la práctica se vuelve compulsiva en el tiempo, pueden exponerlos a los peligros de internet. “El riesgo oculto es que caigan en manos de redes de pornografía infantil y pedofilia. Pensemos que una característica de las redes es el ‘anonimato’, entonces no es difícil para los mal intencionados crear una cuenta falsa”, dice. En relación con los efectos causados a largo plazo, la psicóloga Laura Carbonaro hace énfasis en cómo afectan al comportamiento del niño en el futuro. Carbonaro, cuya experiencia está dirigida al acompañamiento de padres e hijos, sostiene que es importante la privacidad del chico para que no construya su identidad solamente a expensas de la opinión ajena. 

Cormillot vuelve a casa con su esposa y su hijo Emilio

“(La mirada del otro) es importante en la construcción subjetiva pero cuando ‘se cristaliza’ algo en lo imaginario, pueden surgir trastornos diversos. Por ejemplo, en el trastorno dismórfico corporal, las personas quedan sujetas a pequeñas imperfecciones de su imagen corporal, puede llevarlos delante del espejo por horas, con conductas repetitivas que causan una angustia significativa y pueden restringir su vida social”, asegura. 

La protección del derecho del niño es otro argumento que señalan los detractores acerca de su sobreexposición virtual. Mirko, el hijo de Alejandro ‘Marley’ Wiebe, tiene cuenta oficial propia en Instagram y más de 5 millones de seguidores, protagoniza numerosas publicidades e incluso ganó un Martín Fierro, todo apenas a los 3 años.

Ana ni siquiera necesitó nacer para ya estar frente al público: mediante un contrato de exclusividad con Viacom CBS, Pampita dejó registrado minuto a minuto la espera y nacimiento de su hija en forma de un reality a estrenarse en la plataforma Paramount a fines de este año. 

¿Qué dice la legislación frente a esto? Marysel Segovia, directora de Sehas, explica que no hay una normativa específica en relación con la familia: “En la situación planteada, es toda una manipulación donde el niño es considerado un objeto. Es un abuso del rol del adulto en relación con su rol de crianza, lo está mirando como un objeto y no como un sujeto. Es exhibicionismo puro, porque el niño no decide absolutamente nada en estas edades”, cuenta. En estos casos de hijos de famosos, hasta que la ley de comunicación audiovisual no contemple a las redes sociales en relación con los chicos en los medios, los padres seguirán decidiendo hasta qué punto llevarán una crianza compartida en forma online, con sus posibles consecuencias.