La crisis del zoológico de Mendoza no termina. Con 70 animales muertos desde diciembre de 2015 y las puertas cerradas desde mayo, ahora las autoridades planean el remate de 1.500 ejemplares a fines de julio. La venta está enmarcada en un enfrentamiento entre trabajadores y autoridades del zoo, en un conflicto que parece no tener fin.
La subasta pone en venta al 75% de los 2 mil ejemplares del zoo, según afirmó Humberto Mingorance, titular de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, que cerró el parque por tiempo indefinido para manejar las condiciones de infraestructura y sobrepoblación el 21 del mes pasado. “El predio sólo puede albergar a 500 especímenes”, argumentó, aclarando que de los 1.500 “excedentes”, mil son animales de granja que se rematarán a centros de equinoterapia, escuelas y campos.
El fin de los otros 500 es incierto. Si bien Mingorance asegura que los animales exóticos, como osos y camellos, serán derivados a reservas de otros países, las fundaciones ambientalistas lo cuestionan y descreen de esto. “Nuestro zoológico ya ha sufrido el descrédito internacional en procesos de ventas anteriores por la falta de controles en el destino de los animales a presuntos cotos de caza”, señaló Raquel Blas, de ATE, refiriéndose a una anterior subasta que se realizó en 2010. “Es mejor que los rematen: la situación está fuera de control y los animales se están muriendo”, agregó otra empleada a PERFIL, que pide mantener su nombre en reserva.
Otro de los motivos de conflicto es sobre los proyectos para reformular el zoo. El Bioparque es la propuesta de veterinarios del zoo, apoyados por ATE. El Ecoparque, por otro lado, es el proyecto impulsado por ambientalistas, como la fundación Cullunche y Greenpeace, y el oficialismo. Ambos proyectos ponen en relieve la ineficacia del actual modelo del zoológico y proponen una institución “de avanzada” con exhibición indirecta de los animales, investigación y conservación, afirman los expertos.
En medio del conflicto, el oso Arturo continúa agonizando, rehusándose a comer, y con un pronóstico “reservado”. Su visión y su oído, ya deteriorados, empeoraron desde mayo. Pese a la junta de firmas que recolectó 440 mil adhesiones, no hay planes para trasladar al oso polar a Canadá.
Denuncian al zoo porteño
Las elefantas están con estrés y depresión
El zoo de Mendoza no es el único en problemas. La semana pasada, la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) presentó una denuncia penal contra las autoridades del zoológico y el Gobierno de la Ciudad por “crueldad animal” contra las tres elefantas que están en cautiverio desde hace más de veinte años en el paseo de Palermo.
Esta ONG de abogados ambientalistas afirma que se encuentran en una “palpable situación de afección física y psicológica que atenta contra su bienestar animal”. Además, aseguran que las elefantas están “deprimidas” y que sufren de un “gran estrés” que puede llevarlas a la muerte.
Mientras la denuncia avanza en la Justicia porteña, en la Legislatura se presentaron varios proyectos para transformar el zoo. Uno de ellos es el del diputado Hernán Rossi, del Bloque Suma +, que propone convertirlo en un Parque de Concientización Ambiental, sin animales en cautiverio y con muestras tecnológicas. “Los zoos deben transformarse en centros de conservación de especies y de educación ambiental”, afirmó Rossi.