El estadounidense Richard Knerr, inventor del hula-hula y el frisbee, murió este lunes a los 82 años en California a causa de una apoplejía. Este hombre, que hizo mover a generaciones alrededor del mundo, empezó de abajo, pero terminó vendiendo su empresa en 12 millones de dólares.
Junto a su amigo de la escuela Arthur Melin, Knerr fundó en su garage en los años 50 la fábrica de juguetes Wham-O, cuya idea era tener siempre entre ocho y 12 productos simples que ofrecer que pudieran ser vendidos en cinco veces su precio de fabricación.
La creación del anillo hula-hula en 1958 hizo moverse a toda una generación del rock ’n roll. El primer año se vendieron 40 millones de unidades, y para 1960 ya habían vendido 100 millones.
De todas formas, la empresa tuvo problemas financieros: en un momento, le quedaron millones de anillos de colores sin vender. Sin embargo, el frisbee, producido por la misma época, logró compensar la pérdida, y sigue vendiéndose hasta hoy en día, convertido en uno de los juguetes más usados en todo el mundo.
En 1982, los dos amigos vendieron la empresa por 12 millones de dólares. El socio de Knerr murió en 2002.
Fuente: Télam