Los pasos a nivel siguen generando quejas de la gente y complicaciones en el tránsito, A pesar de las 11 obras que se encuentran actualmente en proyección en la Ciudad de Buenos Aires, que prevén construir un total de 25 cruces bajo nivel y el soterramiento del ferrocarril Sarmiento en el que se eliminarán todas las barreras ubicadas en la zona entre Once y Moreno, los problemas continúan. Jorge Telerman reconoció públicamente que los pasos a nivel son “peligrosos y tremendos para el tránsito”.
El número de accidentes crece día a día como consecuencia de la falta de supervisión y algunas barreras se han convertido en los cruces más difíciles de transitar en la Ciudad, consignó hoy el Diario PERFIL.
Este año comenzó a funcionar el Programa de Conectividad Vial para mejorar los pasos a nivel y crear túneles por parte del Ministerio de Planeamiento y Obras Públicas de la Ciudad, para lo que se destinó un presupuesto total de $ 216.203.000.
Pese a los esfuerzos, muchos no están conformes. Mediante un recurso de amparo los vecinos de Belgrano R lograron frenar la construcción del túnel ubicado en Monroe y Olazábal, porque dicen que impactaría en la calidad de vida, podría agravar las inundaciones y generar embotellamientos.
Los vecinos de Chacarita planean realizar un amparo por el cruce bajo nivel que se encuentra en obra en Dorrego, entre Rodney y Muñecas
Según el Gobierno “esta intervención tiende a lograr una óptima integración de toda la ciudad y a contribuir con la seguridad vial. En este sentido, construyendo pasos a distinto nivel el Gobierno porteño busca eliminar las interferencias internas ocasionadas por pasos a nivel (barreras), que generan demoras en la continuidad del flujo de tránsito y accidentes”.
Miguel Petridis, un vecino del barrio que se encuentra al frente de los reclamos desde que comenzó la construcción, calificó a la obra como de "una aberración".
“No queremos el túnel y por eso acudimos a la vía legal. Es una aberración. Se modifica la ecología urbana y va a romper el centro comercial que tenemos, con pérdida de fuentes de trabajo. Están en juego una treintena de comercios y 300 empleos”, afirmó.
Según cuenta, la empresa constructora ESUCO SA (cuyo dueño es Carlos Wagner, el titular de la Cámara Argentina de la Construcción y un fuerte aliado de Néstor Kirchner) le informó al CGP del barrio con tan sólo tres días de antelación que comenzaría las obras, por eso afirma: “Hay un interés de fondo. No pensaron en la acumulación de vehículos y en los problemas de tránsito porque habrá sólo un carril de cada mano. Es una barbaridad”.
Un caso que también trae problemas es el paso peatonal ubicado en Dorrego y Zapata, en Belgrano. Los vecinos lo llaman “la barrera de la muerte”: en el último año cien personas fueron arrolladas por el tren.
Miguel Angel Comerón vive en el barrio y lucha por la construcción de un puente peatonal para evitar accidentes. “La campana se traba y al ser una curva la gente cruza y hay accidentes. Queremos que se abra el paso de vehículos, y haya una comunicación más fluida con Palermo, para evitar que sea una zona tan desolada y peligrosa.