Un docente de la cátedra de Español en la Universidad Capital Normal de Beijing, Guillermo Bravo, les mostró a sus estudiantes un documental sobre la radio La Colifata. Todos quedaron sorprendidos al ver una radio que valoraba la sensibilidad y la palabra de las personas apartadas y promovía el derecho de ser parte de la sociedad. Es por eso que Bravo se acercó a la embajada argentina en Beijing y comentó la receptividad, y no tardaron en convocar a Alfredo Olivera, director y creador de la misma, para que visitara el país oriental.
“Fue maravilloso y sorprendente el interés suscitado. En China también existen manicomios y la gente que está allí es como si no existiera. Hay también una separación y opera el olvido sobre esas figuras. Por eso me sorprendió el nivel de participacion e interés de los estudiantes en la universidad”, contó Olivera, que disertó en tres espacios de debate el mes pasado: la Universidad Capital de Beijing, el Instituto Cervantes y el Centro Latinoamericano y Caribeño. Por otro lado, presentó su libro, editado bajo el sello La Guêpe, La Colifata, que se traducirá al chino próximamente.
El plan de capacitar personas para trabajar en ese país es un tema recurrente. “En todos los espacios donde participé, la pregunta en todo momento fue: ¿es replicable La Colifata en China? Y todos coincidían en que sería muy útil para ayudar a la integración de un colectivo subvalorado. Por mi parte, me obsesiona la idea de una memoria milenaria que puede llegar a estar atrapada en esos muros.”