Un niño aborigen murió en el hospital de la localidad salteña de Tartagal por deshidratación y se convirtió en el sexto menor de edad fallecido por esa causa en las últimas semanas, mientras el gobierno provincial inició un relevamiento socioambiental en la zona para revertir la situación, informó la agencia DyN.
Fuentes del hospital Juan Domingo Perón informaron que el niño falleció anoche en ese centro de salud, donde había sido internado por la mañana luego de presentar un cuadro de vómitos y diarrea.
El niño, de un año y medio, llamado Marcos Torres, falleció a causa de "deshidratación aguda", aseguraron sus familiares a esta agencia, y remarcaron que en la misión wichí Sachapera había otros menores de edad con cuadros similares. En principio se reportó que el niño se encontraba desnutrido, pero esa información fue negada por sus allegados.
Torres se convirtió en el sexto niño aborigen que muere desde inicios de este año a causa de deshidratación, aunque los cinco casos anteriores fueron vinculados también con problemas de desnutrición.
Profesionales de salud y desarrollo humano se instalaron hoy en Tartagal por orden del gobierno salteño para elaborar un plan de largo plazo que incluya cuestiones ambientales y sanitarias de las comunidades de la zona. Enrique Heredia, director de Medicina Social de la provincia, encabezó el grupo de especialistas que hoy se reunió con autoridades de Tartagal y tiene previsto recorrer la zona "casa por casa" para conocer la problemática.
Los especialistas comenzaron a recabar información en visitas a las comunidades aborígenes afectadas, donde constataron las condiciones de pobreza extrema en las que viven varias familias, que no tienen agua potable.
El niño fallecido, en tanto, fue velado hoy en una humilde casa de su comunidad, en un féretro que fue colocado sobre la mesa de una cocina y adornado con dos flores de plástico. Una tía del niño dijo que "no estaba desnutrido" y relató que "se enfermó de repente, con vómitos y diarrea". La mujer aseguró que en la misión Sachapera había "muchos chicos" con los mismos síntomas y los asoció con la falta de agua potable, ya que hay un caño del que se proveen muchas familias y al mismo lugar también acceden animales.
Una médica de la zona, la gerente del hospital de Morillo, Fernanda Siufi, dijo que "el caso de los chiquitos que se murieron es porque llegaron al hospital en estado crítico". "Otro problema son las fugas que se producen cuando están internados y por la intervención de curanderos que les proveen remedios caseros", remarcó al recordar el caso de la niña Yanina Díaz, y aseguró que familiares la habían llevado a un hombre de la comunidad que le recetó una infusión de sachapera.
La médica Siufi dijo al diario El Tribuno que según el certificado de defunción la niña murió por "desnutrición grave" debido a acedosis metabólico exotosicosis, lo cual, dijo, "demuestra que a la nena le dieron de beber un té de yuyo".
En tanto, el ex ministro de Salud Pública de Salta Enrique Tanoni manifestó hoy que "desnutrición se registra en todo el territorio de la provincia y afecta a la población que está en estado de pobreza". Y aconsejó: "Hay que recorrer casa por casa, para determinar el estado de nutrición de cada chico de las poblaciones afectadas".
En ese sentido, el ex funcionario de la gestión de Roberto Romero recomendó instruir a pobladores de comunidades aborígenes como agentes sanitarios, ya que residen en esos lugares y tienen mayor conocimiento de la idiosincrasia de las comunidades.
Fuente: DyN